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Facturas de luz y gas, la Antimonopolio investiga precios

El garante ha iniciado dos investigaciones a Enel y Sorgenia por los aumentos anómalos de los costes de contratación aplicados a Terna en el periodo marzo-junio. Costos que fueron trasladados a facturas del tercer trimestre de 2016, dando lugar a fuertes protestas. Pero los dos operadores responden: "Actué en pleno cumplimiento de las leyes y reglamentos, máxima colaboración con la Autoridad".

Facturas de luz y gas, la Antimonopolio investiga precios

En facturas de luz y gas en el tercer trimestre de 2016, el Antimonopolio también sale a la cancha. Instado por la Autoridad de Energía, el garante de la competencia inició el jueves dos investigaciones a Enel y Sorgenia, sospechosas de haber violado las reglas de competencia al aplicar costos excesivos de adquisición a Terna, que luego se reflejaron en el proyecto de ley.

¿Qué impulsó al Antimonopolio a actuar? Ocurrió que el pasado 1 de julio, con la definición de los nuevos precios para el tercer trimestre de 2016, sorpresivamente la Autoridad sectorial decidió los incrementos. En la base de la decisión, el aumentar los costos de envío pagado por Terna a los operadores por los servicios de encendido de sus plantas al mínimo técnico en la zona de Brindisi, imprescindible para garantizar la tensión de la red eléctrica local en un periodo en el que el aumento de la producción eléctrica a partir de energías renovables se encuentra en picos estacionales. Estamos hablando de precios que registraron niveles inusuales en ese período, con picos de hasta 600 euros por megavatio hora. Nacido surgió un caso con posiciones de alarma adoptadas por industriales y asociaciones de consumidores, apelaciones al Tar, suspensión de la tarifa e reinicio posterior por el Tribunal, hastaúltima actualización de tarifas del 1 de octubre. Y ahora se inician los procedimientos Antimonopolio después de algunas inspecciones realizadas en colaboración con la Unidad de Protección del Mercado de la Guardia di Finanza.

laAutoridad de Energía había alertado al garante sobre el hecho de que, “en el período del 27 de marzo al 15 de junio de 2016, Enel y Sorgenia habrían cambiado su estrategia de ofrecer la energía producida por las plantas ubicadas en el área de Brindisi. En particular, las condiciones de suministro de ambos operadores en los mercados mayoristas se habrían traducido en la eliminación tendencial de los programas de producción de las respectivas plantas de la zona, por lo que quedaron "apagadas" a raíz de estos mercados", explica la prensa Antimonopolio. liberar.

Terna, que es el operador de la red de transmisión nacional, se vio así “obligada a solicitar a las empresas la puesta en marcha de algunas unidades de producción en el mercado de servicios de despacho. Tanto Enel Produzione como Sorgenia se encontraron por tanto en la posición de proveedor indispensable en determinadas franjas horarias del período en cuestión, posición que parecen haber aprovechado para imponer precios excesivos a Terna, que parecerían prima facie desproporcionados con respecto al coste de el servicio ofrecido”.

Según lo manifestado por el regulador del sector, el mayor costo pagado por Terna por la contratación de servicios de regulación de voltaje en el área de Brindisi en los primeros seis meses de 2016 fue de aproximadamente 320 millones de euros superior al gasto incurrido en el mismo período del año anterior Este coste (el llamado uplift) constituye un componente de la factura eléctrica, que por tanto se repercute a todos los usuarios, tanto consumidores como empresas.

Ambos Enel y Sorgenia niegan las acusaciones. “Enel cree haber actuado legítimamente, en pleno cumplimiento de la legislación pertinente en materia de competencia y con los requisitos reglamentarios vigentes”, respondió el grupo eléctrico y brindó “plena colaboración” al garante. "Sorgenia cree que ha funcionado correctamente, en pleno cumplimiento de la legislación vigente y en pleno cumplimiento de los requisitos reglamentarios", afirmó el otro "acusado".

 

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