comparte

BlackRock: riesgo climático e inversiones, así es como gestionarlos

Un estudio del BlackRock Investment Institute analiza detalladamente la intensificación de los riesgos de mercado relacionados con el clima.

BlackRock: riesgo climático e inversiones, así es como gestionarlos

(Teleborsa) - Los inversionistas ya no pueden ignorar el cambio climático para componer sus carteras. El esta convencido de esto Instituto de Inversiones BlackRock (BII), que señala que la creciente ola de cambios tecnológicos relacionados con el clima y la regulación hacen imperativo incorporar este tipo de conciencia en el análisis de inversión.

En una nueva publicación, "Adaptación de carteras al cambio climático", BII analiza detalladamente la intensificación de los riesgos de mercado relacionados con el clima en cuatro áreas:

· Los avances tecnológicos en la producción, el almacenamiento y el consumo de energía, que socavan la eficacia de los modelos comerciales existentes;

· Intervenciones regulatorias destinadas a reducir las emisiones de carbono y mejorar la eficiencia energética;

· Fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes;

· Presiones sociales para una mayor conciencia climática dentro de los negocios corporativos y las prácticas institucionales de inversión.

“Creemos que los factores de riesgo relacionados con el clima se han subestimado y subestimado, ya que se perciben como distantes”, dice Ewen Cameron Watt, director sénior de BII. “Sin embargo, las percepciones están cambiando y los gobiernos y las empresas se esfuerzan por descubrir la mejor manera de abordar los riesgos climáticos. El ritmo de estos cambios y las implicaciones de transitar hacia una economía baja en carbono pueden generar riesgos para algunas carteras. Pero los inversores que comprendan estos problemas podrán capitalizar las oportunidades creadas por estos mismos desarrollos”.

Los inversores, subraya el informe, pueden transferir la "conciencia climática" a las carteras de diferentes maneras, incorporando variables ambientales, como el uso de combustibles fósiles, el consumo de agua y la intensidad de carbono, para tomar decisiones informadas y gestionar el riesgo. También están surgiendo estrategias que, teniendo en cuenta estas variables, sean capaces de seleccionar carteras capaces de comportarse mejor que el mercado gracias a la elección de empresas más rentables y más sensibles a estos temas medioambientales. Basta con mirar la correlación entre una cartera verde y el índice Russell 3000:

La imagen destaca en verde el rendimiento de una cartera hipotética construida teniendo en cuenta los riesgos climáticos/ambientales, en comparación con el índice Russell 3000 (en púrpura), que representa una buena aproximación de todo el mercado de valores estadounidense. La diferencia es notable.

“La evaluación del riesgo climático ha evolucionado de una simple discusión sobre los valores de los inversores a un análisis completo de riesgos y oportunidades”, dijo Deborah Winshel, directora global de BlackRock Impact Investing. “La conciencia de los problemas relacionados con el clima permite a los inversores gestionar mejor los riesgos y de una manera más informada. Con la evolución de las regulaciones y las innovaciones tecnológicas, los inversores que sepan anticiparse a estos temas podrán generar rendimientos más competitivos en el largo plazo”.

Revisión