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Berlusconi promete dimitir a Napolitano tras aprobación de la ley de estabilidad

Tras el revés en Montecitorio sobre el Rendiconto y la presión del Quirinale por una aclaración política, el presidente del Gobierno promete dimitir tras la aprobación de la ley de estabilidad que tendrá lugar dentro de dos semanas - La propagación vuela y Europa nos pide medidas de recuperación impacto economico y financiero

Berlusconi promete dimitir a Napolitano tras aprobación de la ley de estabilidad

La cuenta estatal fue aprobada, sobre todo gracias a la presencia en la sala de diputados de la oposición que no la votaron. Esto se debe a que los apoyos "mayoritarios" al gobierno de Berlusconi se detuvieron en 308 (316 es la mayoría del pleno) frente a 1 abstención y 321 no participantes en la votación. En ese momento el Primer Ministro subió al Quirinale, para representar la situación que se le había presentado a Napolitano, pero no necesariamente para dimitir. lo hará tras la aprobación de la ley de estabilidad. 

En resumen: en la misma votación se aprobó un documento fundamental para la estabilidad institucional del país, y se destacó el hecho de que Berlusconi ya no puede contar con la mayoría en la Cámara. En este punto el Primer Ministro no pudo evitar ir al Quirinale para ver al Presidente de la República Giorgio Napolitano. El ministro de Defensa, Ignazio La Russa, le había dirigido una invitación en este sentido. 

El hecho de que el informe fuera aprobado no imponía al Gobierno ninguna obligación constitucional ineludible. Sin embargo, había un problema político evidente. La mayoría en la Cámara se ha ido. Y no por un accidente de tráfico. Considerando que el llamado a las armas de los parlamentarios de la mayoría había llegado a traer de regreso también al Ministro de Economía Tremonti (que por lo tanto no participó en el Ecofin) y comprometer al propio Primer Ministro en un intento frenético (fallido ) recuperación de disidentes. Hay, por lo tanto, una verdadera roca política ante Berlusconi. Particularmente grave si tenemos en cuenta la dramática situación en la que se encuentra nuestro país, ya casi bajo el control de misiones de la UE y del Fondo Monetario.

El camino de la resignación debe ser, por tanto, la primera opción. Berlusconi inmediatamente tomó en consideración si es cierto lo que circula entre los bien informados de Montecitorio. En manos del primer ministro se vio un volante en el que se distinguían 3 puntos: reconozco, renuncio, presidente de la República. Más allá de lo que pueda parecer un cotilleo, cuesta pensar que la hipótesis de la dimisión no se tenga en cuenta en una conversación entre un primer ministro sin mayoría y el jefe de Estado. Dado entonces que Bersani pidió explícitamente su renuncia en las aulas y que el mismo férreo aliado Umberto Bossi invitó al primer ministro a dar un paso atrás para favorecer la formación de un gobierno de Alfano. Napolitano hizo el resto, instando a Berlusconi a sacar las consecuencias de la pérdida de su mayoría. 
Sobre todo porque Bossi también había invitado a Berlusconi a hacerse a un lado.
Tras la dimisión, las consultas del Quirinale para la formación, si las condiciones son propicias, de un nuevo Gobierno. En Montecitorio había rumores de un posible compromiso para el nacimiento de un Ejecutivo basado en el eje Mario Monte-Gianni Letta. Veremos.

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