Acuerdo multimillonario para AT&T. La compañía telefónica número dos en Estados Unidos acordó pagar una multa de 105 millones de dólares para cerrar el caso de la factura fantasma. El cargo consistía en cobrar a sus usuarios por servicios no solicitados como tonos de llamada o mensajes de texto con horóscopos, consejos de amor y chismes de celebridades.
Se trata del llamado "cramming", la estratagema que permite a las empresas cobrar a los clientes costes ocultos o recargos por servicios nunca suscritos. La empresa deberá pagar $80 millones a la FCC para reembolsar a los clientes, $20 millones en multas a los estados que participaron en la investigación y $5 millones al Tesoro de EE.UU.
El mecanismo fue probado: empresas externas aplicaron los "extras" a las tarifas ordinarias y AT&T cobró una comisión del 35% sobre el desembolso. La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), la agencia gubernamental que inició la investigación, habla de 20 millones de víctimas al año y comisiones falsas que podrían costar hasta $59 al mes.
La trampa continuó hasta enero pasado, cuando las quejas de los clientes desencadenaron investigaciones por parte de las autoridades. AT&T había recibido más de un millón de llamadas telefónicas de quejas y solicitudes de reembolso solo en 2011 por facturas fantasma encargadas por terceros.
Hace unos meses, T-Mobile, filial de la alemana Deutsche Telekom y cuarta operadora en Estados Unidos, acabó procesada por un caso similar. El hecho de no llegar a un acuerdo ha desencadenado una demanda por parte de la Comisión Federal de Comercio, la autoridad de competencia de los Estados Unidos.