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Assonime y Antimonopolio: es posible modernizar Italia, aquí están las propuestas para las autoridades fiscales y la competencia

Por una curiosa coincidencia del destino, mientras el Gobierno afronta el voto de confianza en el Parlamento e inicia los cansados ​​ritos de la verificación política, dos voces dignas como la de Antimonopolio y Assonime le dicen ahora al país cómo se puede realmente modernizar Italia, con una mirada a la liberalización y la reforma fiscal.

Assonime y Antimonopolio: es posible modernizar Italia, aquí están las propuestas para las autoridades fiscales y la competencia

Irónicamente, el primer día de verano de este 2011 muy caluroso trae tres Italias al escenario. Está la Italia de la política que, tras el terremoto de las elecciones locales y los referéndums, está poniendo a prueba el estado de salud del gobierno de Berlusconi con el voto de confianza en las Cámaras a la maxi-enmienda que absorbe el decreto de desarrollo y con el inicio de cansados ​​rituales de verificación política.

Luego está la Italia de complots e intrigas que emergen de la investigación del llamado P4 y de la red en la sombra de Luigi Bisignani, cuyas interceptaciones llenan los diarios de papel y esperan la verificación de los jueces. Afortunadamente, sin embargo, también hay otra Italia que hoy ocupa un asiento de primera fila y es la Italia que más nos gusta, la Italia que quiere modernizar el país y lo hace presentando una serie de propuestas concretas de reforma que, si se aplican incluso en pequeña medida, cambiaría radicalmente el rostro de la propia Italia.

Esta Italia es la que esta mañana se expresa -otra vez por un curioso azar del destino- en la presentación del informe de actividades de 2010 de la Autoridad Antimonopolio por parte del presidente Antonio Catricalà y en la asamblea bienal de Assonime con el informe del presidente Louis Fir .

Catricalà, que se prepara para dejar la Antimonopolio en breve, no ha desaprovechado la oportunidad no sólo de hacer balance de lo realizado sino sobre todo de animar a la clase política y a las corporaciones a levantar por una vez la mirada más allá de sus narices y abogar por la reanudación de una política de competencia moderna que, por sí sola, sería suficiente para modernizar el país y sobre todo para hacerlo crecer.

En estos días, como hemos visto, con la deriva neopopulista de los referéndums sobre el agua, las liberalizaciones no están de moda, pero es hora de lanzar una operación-verdad en el país y explicar, a partir de datos irrefutables, cómo las economías que más crecen son las que se liberalizan con criterio y que el desarrollo de la competencia es una oportunidad extraordinaria sobre todo para las empresas más dinámicas y para las clases más débiles.

Un verdadero punto de inflexión viene entonces de Assonime. Sin duda, es una señal de los tiempos y del proceso de metamorfosis que vive la mejor parte de la clase dirigente si la asociación de las grandes empresas cotizadas presenta una propuesta orgánica de impuesto a la propiedad de las personas físicas para crear transparencia pero sobre todo para recaudar -junto al saneamiento y aumento de los tipos del IVA- los recursos necesarios para recortar el Irpef y el Ires. No sólo eso, sino que Assonime también está presentando una propuesta precisa y detallada de reforma de las finanzas públicas a través de la indicación concreta y precisa de recortes selectivos del gasto diseñados con miras al desarrollo.

Uno se jubilará más tarde y habrá que pagar un nuevo impuesto sobre los bienes personales, pero París bien vale una misa y la modernización de Italia, antes de que nos abrume el síndrome griego, no es una cena de gala.

 


Anexos: Ideas_para_la_reforma_del_presupuesto_publico_web.pdf http://firstonline-data.teleborsa.it/news/files/68.pdf

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