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Esperando a Tremonti: jueves, la hora de la verdad

Los organismos internacionales piden una acción rápida, pero existe el riesgo de que las fuerzas políticas, en lugar de tomar medidas efectivas y oportunas, se desgasten en otro regate de responsabilidad. La prueba de la verdad será el jueves cuando Tremonti intervenga en la Cámara, tras la reunión de mañana con los interlocutores sociales. Mientras tanto, Bossi resulta ser un europeísta.

Esperando a Tremonti: jueves, la hora de la verdad

En política, el momento importa, a veces tanto como el contenido. Sobre todo si, como en nuestro caso, nos encontramos ante una crisis económica y financiera sin precedentes, con un gobierno que es prácticamente un comisariado, al que Europa y el BCE indican su agenda y hoja de ruta. Pero ahora el riesgo es que la política (el gobierno y sobre todo la mayoría, pero no sólo ella) en lugar de tomar decisiones rápidas y adecuadas, abra otro debate más. Y esto es precisamente lo que hay que evitar.
Para ello, el Gobierno debió buscar inmediatamente el entendimiento y la convergencia con las fuerzas de oposición. ¿Como? En primer lugar, poniendo a disposición de toda la información que obra en su poder, que, en este caso, son sobre todo las indicaciones provenientes del BCE y de otros organismos internacionales. En cambio, parece que la preocupación del PDL, que para bien o para mal es el partido de mayoría relativa (véanse las numerosas declaraciones de Cicchitto), es primero dividir a las fuerzas opositoras y luego desmentir al comisario de facto. Comisariado que, en cambio, aplaude al líder de la Lega Umberto Bossi, quien después de decir hace unos días que todos nuestros problemas derivan de la adopción del euro, de repente (después de una reunión con Tremonti) se descubrió europeísta, naturalmente siempre que el El BCE compra nuestros bonos del gobierno. Como vemos, mientras Berlusconi sigue en Cerdeña, no falta la confusión en la mayoría.
Sin embargo, las que se deben tomar son iniciativas concretas que aligeren (para usar una expresión querida por el primer ministro) los bolsillos de los italianos. Se habla de activos y de fuertes intervenciones sobre las pensiones. Y sobre todo serán medidas a tomar de inmediato, a ser posible con un consenso que vaya más allá de los confines de la mayoría. Para salir de las hipótesis y por tanto del riesgo del debate, habrá que esperar a pasado mañana, cuando el ministro Tremonti tendrá que decir algo concreto a las comisiones de Asuntos Constitucionales y Presupuesto que se reunirán conjuntamente en el Pleno. Reunión a la que también se espera que asistan todos los líderes de la oposición. Quizá algo pueda empezar a entenderse incluso mañana en el encuentro previsto entre el Gobierno y las fuerzas sociales.

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