Después de las turbulencias previas y posteriores a las elecciones estadounidenses, cuando la emoción ha dado paso al principio de la realidad (¿qué hacer con el precipicio fiscal?), los mercados se están estabilizando. Los futuros de Wall Street han subido ligeramente y el índice regional asiático (MSCI Asia Pacific) está casi estable. Ahora los mercados prestarán más atención a las noticias sobre la economía real.
En China, la desaceleración de la inflación –los precios al consumidor registraron la tasa de tendencia más baja en mucho tiempo en octubre: 1.7%– deja espacio para políticas de apoyo. En cambio, un motivo de decepción provino de Australia, donde el Banco de la Reserva redujo sus previsiones de crecimiento para 2013, citando, entre otras cosas, la determinación del gobierno australiano de extraer un superávit de las finanzas públicas: la austeridad también está afectando a Australia, donde en realidad habría ser ninguna necesidad.
El euro y el yen se fortalecieron levemente, al igual que el oro, a $1736 la onza. El petróleo continúa en 85 $/barril (WTI) y este nivel relativamente bajo ayudó a mejorar la balanza comercial estadounidense en septiembre: una mejora a la que también contribuyó la balanza no petrolera, contrariamente a lo esperado, gracias a un fuerte aumento de las exportaciones.
