La agroecología no puede ser opcional. Un mensaje claro a todos los gobiernos europeos que proclaman un progreso medioambientalmente sostenible. Si Europa realmente se preocupa por un nuevo modelo de desarrollo, tiene que preocuparse por cómo y lo que comen sus ciudadanos. La coalición de organizaciones no gubernamentales #Let's Change Agriculture está movilizando a personas y organizaciones antes de la votación plenaria del Parlamento de la UE sobre la reforma de la política agrícola. Una carta abierta enviada a Bruselas pide vincular los futuros programas agrícolas con el Green Deal. Las condiciones están ahí y se llaman "De la granja a la mesa" y "Biodiversidad 2030".
En definitiva, se necesita un nuevo paradigma para esperar que algo cambie de la tierra a la mesa. Para la agroecología, los gobiernos deben construir “sistemas alimentarios sostenibles y resilientes desde el punto de vista ambiental, social y económico. Los agricultores y trabajadores de toda la cadena alimentaria deben estar al frente de esta transición”, se lee en la carta de las Asociaciones. Los líderes europeos son los primeros destinatarios de solicitudes útiles para superar las angustias de la epidemia de Covid 19 y la escasa armonización de las decisiones tomadas hasta ahora. Pero las solicitudes también conciernen a los gobiernos nacionales. Las primeras contradicciones entre viejos hábitos y nuevas necesidades se manifiestan dentro de las fronteras nacionales. Ningún país puede optar por no participar, de lo contrario no se pueden explicar los límites a las importaciones, las defensas soberanas, las posiciones proteccionistas.
Para Italia, el llamamiento se dirige a los decisores políticos de todos los niveles, para que el país, que presume de la calidad de sus sistemas agroalimentarios, sea un modelo de referencia en sostenibilidad ambiental y social. En la UE, los italianos pueden traer los valores y tradiciones de cultivos antiguos, practicados hoy con métodos y medios de vanguardia. La cadena de valor agroalimentaria italiana es sin duda una excelencia. Pero puede consolidarse aún más en los mercados si las reglas son en defensa de la calidad y los principios ecológicos. En cualquier caso, el objetivo final sigue siendo la nueva PAC que entrará en vigor a partir de enero de 2023.
Todo se decidirá a fines de octubre y en conjunto con otras elecciones nacionales. Una buena oportunidad para estimular las sinergias entre los agricultores, las personas y la naturaleza. Por otro lado, Naciones Unidas, a través del Grupo de Expertos en Sistemas Alimentarios Sostenibles y la Secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica, también se encuentran en estas posiciones. Más aún en tiempos de epidemias, guerras, aranceles y desigualdades crecientes. A los ciudadanos-consumidores, las Asociaciones ofrecen espacios y eventos para hacerse escuchar a través de enlaces dedicados (https://www.cambiamoagricoltura.it/diciamo-basta-alla-solita-minestra-foto-azione/) o https://mitmachen.nabu.de/it-IT/italy.) y reforzar ese anhelo de una Europa diferente. Comenzando con "Madre Tierra".
