Todavía creciendo allí carga fiscal en Italia, que ascendió al 2012% del PIB en 44, frente al 42,5% del año anterior. Así lo reveló el Banco de Italia en una investigación publicada hoy sobre los principales indicadores del presupuesto público entre los países de la Unión Europea. En la clasificación de carga fiscal, Italia ocupa el cuarto lugar en la Eurozona junto con Finlandia, y el sexto lugar en la UE de 27 Estados.
La noticia positiva, para los belpaenses, llega en el frente déficit/PIB: Italia, con la consecución del límite del 3%, se sitúa entre los pocos virtuosos de la unión monetaria, por detrás de Alemania (crédito neto del 0,1%). Estonia (déficit del 0,2 %), Luxemburgo (0,6 %), Finlandia (1,8 %) y Austria (2,5 %). La media de la eurozona se sitúa en el 3,7%.
Si se considera el endeudamiento (o préstamo) primario neto, es decir, neto del gasto por intereses de la deuda, Italia estaría en territorio positivo para el 2,5 % del PIB, exactamente como Alemania, los dos únicos países, junto con Austria (0,1 % de acreditación), en ser capaz de reclamar esta posición.
La otra cara de la moneda, sin embargo, es que el gasto de intereses italiano (5,5%) es el más alto no solo de la zona euro, sino de toda la Unión Europea, que se sitúa en una media del 2,9%. En el ranking europeo de deuda/PIB, Italia ocupa, de hecho, una incómoda segunda posición, con un 127 %, solo por detrás de Grecia, con un 156,9 %. La media de la UE se sitúa en el 85,2%, mientras que la de la eurozona en el 90,6%.