El coste del nuevo gasoducto EastMed que transportará el gas descubierto frente a las costas chipriota e israelí a Europa es de aproximadamente 6 millones de euros. Un descubrimiento reciente que ha desafiado los intereses de los países que pretenden reducir las importaciones de gas de Rusia. Un nuevo gasoducto con una capacidad aproximada de 16 millones de metros cúbicos de gas, cuyas obras no se iniciarán próximamente, por la complejidad de la obra, pero con un costo que ya ha sido ampliamente estimado.
La entrada en funcionamiento está prevista para 2025, en línea con las expectativas de mayor uso de gas en los países europeos. Las elecciones estratégicas han acelerado los pasos para equilibrar la importación y exportación de fuentes tradicionales, con las energías renovables subiendo en las listas de consumo. El primer ministro griego, Alexis Tsipras, hizo una lectura política del descubrimiento de campos de gas en la región, particularmente en Israel y Chipre, hablando de "cooperación estratégica".
Grecia está saliendo de una grave crisis gracias también al apoyo de países amigos como Israel y Chipre. Los técnicos se pusieron manos a la obra para diseñar y estudiar las rutas, pero está prevista una nueva reunión de los países interesados para finales de año en Chipre. Los trámites para la asignación de las obras se iniciarán en breve y Europa cuenta con empresas consolidadas y tradición en este tipo de trabajos. Hay que confiar.
En estas horas, a los israelíes no les falta su satisfacción por el nuevo gasoducto que conectará el Mediterráneo oriental con el sur de Europa. En cuanto a Grecia, el líder Benjamin Netanyahu expresó sus puntos de vista sobre el proyecto al margen de una reunión con sus colegas griegos y chipriotas. Israel es consciente de estar en una posición fuerte para el suministro de energía a los países del área mediterránea.
No es secundario que el gobierno también haya iniciado consultas para la producción y suministro de electricidad. Una revolución, según Israel, que tendrá la responsabilidad de supervisar el paso del gas a Europa. Un papel también está reservado para Italia, que en abril en una reunión en Tel Aviv -en presencia del comisario europeo de Energía Miguel Arias Cañete- había dado su apoyo a la construcción del "gasoducto más largo y profundo del mundo". . Escenario de largo plazo para la seguridad de las fuentes de energía.
