La exposición relata los primeros 50 años de Gufram a través de sus proyectos más emblemáticos que en los últimos años han revivido la leyenda de la marca y sus visiones locas y contracorrientes.
Con una disposición especial, algunos de los iconos más representativos de la historia de Gufram invaden el espacio de la galería: desde el sofá Bocca de Studio65 hasta el Cactus diseñado por Guido Drocco y Franco Mello, desde el Pratone de Giorgio Ceretti, Pietro Derossi y Riccardo Rosso, hasta el Sasso y Sedilsasso de Piero Gilardi, desde el Globe del dúo Studio Job hasta el Magnolia de Marcel Wanders, y muchos otros.
Charley Vezza, Global Creative Orchestrator de la marca, dice: “Gufram nació en Turín en 1966 revolucionando el panorama doméstico y dando vida, junto con otras realidades de ese período, a lo que ahora se conoce como Diseño Radical Italiano. Sin dar peso a la sucesión cada vez más intensa de modas y costumbres efímeras, Gufram continúa hoy este camino manteniéndose fiel a sí mismo: sus íconos se han convertido en puntos fijos en el imaginario colectivo, como rocas alrededor de las cuales pasan las corrientes. Con motivo del 50 aniversario de la marca, y ahora que el Diseño Radical se ha historizado y vive un nuevo momento de esplendor, hemos decidido visibilizar esta historia de resistencia con una exposición en la Galleria Carla Sozzani que siempre ha sido un lugar donde las ideas a contracorriente pueden expresarse libremente. No esperes una exposición didáctica, lo que verás será la representación en perspectiva de un pensamiento indisciplinado e inconformista".
En el interior de la galería, dos proyectos inéditos presentados por primera vez con motivo de la exposición. Butaca de Alessandro Mendini es un asiento totémico y simbólico, un trono doméstico que se nutre del contraste entre la ligereza del poliuretano y el acabado de imitación de mármol. Producido en un solo ejemplar a principios de la década de 80 y utilizado para una portada histórica de la revista Casabella, ahora se realiza en una edición limitada en mármol de Carrara "verdadero-falso".
El artista Kris Ruhs presentará una escultura blanda en hierro oxidado "true-faux", tomada de sus esculturas modulares y convertida en un solo bloque, según el irónico juego de falso-verdadero que distingue las creaciones de Gufram.
Desde finales de los años 60, en un momento en que la sociedad italiana estaba experimentando un cambio profundo, Gufram ha estado en el centro de un movimiento llevado a cabo por artistas y arquitectos que luego se convertirá en el diseño radical tal como lo conocemos hoy. Gufram fue el primero en utilizar el poliuretano en los objetos de decoración, empleando su resistencia y ductilidad para crear las formas más inusuales y diversas, manteniendo su suavidad, creando así un cortocircuito táctil y visual.
El primer creativo que inventa una nueva forma de tratar el poliuretano pintándolo con pintura sintética hidrofugante es el artista Piero Gilardi, quien recuerda hoy: "En la década de 70, trabajar sobre el tema de la 'tapicería integral' significaba que los diseñadores se veían limitados por el problema de hacer forros de tela es muy complejo y muchas veces imposible de hacer. En Gufram pudimos liberar la imaginación de los diseñadores a través de Guflac”.
La intuición innovadora de Gilardi, llamada Guflac, en la base del desarrollo de los productos Gufram, transforma el poliuretano que se convierte no solo en una estructura sino también en un componente estético.
A lo largo de los años Guflac ha sido modificado, mejorado, actualizado pero siempre se mantiene ese barniz natural especial que, al hacer la piel de poliuretano a través de una hábil artesanía, crea esos fantásticos sueños que son los proyectos Gufram.
