Eso es lo que informó Ali Naser Huraidkan, el secuestrador del carabinero responsable de la seguridad de la embajada italiana en Sanaa, en declaraciones telefónicas a la agencia de noticias yemení Mareb Press.
La decisión de liberar se habría tomado siguiendo los acontecimientos de las "mediaciones en curso entre los líderes tribales" y representantes del gobierno yemení, según informó Huraidkan, perteneciente a la tribu al-Jalal. Las peticiones del secuestrador son la "cancelación de la prohibición de expatriación para él, compensación económica y la devolución de las sumas de dinero que me robaron durante mi cautiverio".