Italia es el principal productor de vino del mundo. Así lo certifican las estimaciones de cosecha presentadas por Asoenólogos, Ismea y Unione Italiana Vini: el resultado es un 16% inferior al del año récord de 2018, pero la producción nacional aún alcanzará los 46 millones de hectolitros (el año pasado estuvo cerca de los 55 millones de hectolitros). La estimación, como es habitual, resulta de la media entre una hipótesis mínima de 45 millones de hectolitros y una máxima de más de 47 millones, en todo caso inferior a la media de los últimos 5 años.
Los expertos señalan entre otras cosas que la cosecha de este año parecería resultar más bajo que el anterior en todas las regiones italianas, con una caída particularmente marcada en Lombardía (-30%), en Emilia Romagna y Sicilia (-20% para ambas), mientras que sigue el promedio -16% en Veneto y Puglia, respectivamente primera y segunda región por volumen. La desaceleración en Trentino y Piamonte es más contenida, mientras que la única excepción es Toscana, que de hecho crece un 10%. Las mayores pérdidas se contabilizan en las uvas tempranas, mientras que para las tardías la evolución de la producción estará ligada a la climatología de septiembre.
Pero a pesar de una cosecha aparentemente menos generosa, según las previsiones de Italia en cualquier caso, confirmará su liderazgo mundial también en 2019, dado que en Francia la producción esperada es de 43,4 millones de hectolitros (estimación del Ministerio de Agricultura a 19 de agosto) y en España no debería superar los 40 millones (cifra del Ministerio de Agricultura).
Una primacía también apoyada por crecimiento de las exportaciones de vino Made in Italy, que registran un incremento del 5,4% este año respecto al año anterior, cuando habían alcanzado la cifra récord de 6,2 millones de euros anuales, convirtiendo al vino en el primer rubro de las exportaciones agroalimentarias nacionales.
En detalle, aproximadamente el 70% de la producción de esta añada se destinará a vinos Docg, Doc e Igt, con 332 vinos con denominación de origen controlada (Doc), 73 vinos con denominación de origen controlada y garantizada (Docg), y 118 vinos con indicación geográfica típica (IGT) reconocida en Italia y el 30 por ciento restante para vinos de mesa. En el territorio nacional, apuntó Coldiretti, existen 567 variedades inscritas en el registro vitivinícola frente a las 278 de las primas francesas, demostrando el rico patrimonio de biodiversidad con el que Italia puede contar.
“En Italia, las condiciones actuales – explicó Coldiretti – son un buen augurio para uno añada de buena/excelente calidad aunque la tendencia de la cosecha dependerá mucho del resto del mes de septiembre y octubre para confirmar las previsiones también en términos de cantidad, también porque en este momento solo el 15% de las uvas ya están en la bodega frente al 40% el año pasado. Las anomalías climáticas de 2019 están condicionando, el calor y la sequía de los primeros meses de la primavera fueron seguidos de copiosas lluvias, combinadas con un importante descenso de las temperaturas durante la mayor parte del mes de mayo, mientras que en el caluroso verano hubo oleadas irregulares y violentas de mal tiempo”.
