comparte

HACIA LAS ELECCIONES EUROPEAS – Salir del euro, qué boomerang

HACIA LAS ELECCIONES EUROPEAS – Los que predican la salida del euro, como la Lega y Beppe Grillo, se olvidan de decirles a los votantes que con una lira devaluada habrá más inflación y habrá una reducción de los ingresos reales, desde las pensiones hasta los salarios y salarios: sin euros, sería aún más difícil para muchos llegar a fin de mes y encontrar oportunidades laborales.

HACIA LAS ELECCIONES EUROPEAS – Salir del euro, qué boomerang

A los que están a punto de votar por los partidos que quisieran salir del euro, les sugiero que no se cansen en buscar las razones que lo justifican, las ventajas que de ello se deben derivar para nuestro país. Este "hacer el bien por Italia" es un ejercicio que desde hace un tiempo tiene poco entusiasmo entre la mayoría de los votantes, a pesar de la insistencia de los escritos de los principales comentaristas que, en este caso concreto, contemplan escenarios realmente dramáticos en caso de una volver a la lira.

Prefiero sugerir que pienses solo en tu siniestro beneficio personal. Como economista puedo garantizar que es una elección no sólo comprensible sino también justificada por la ciencia que practico desde hace más de cuarenta años. Después de todo, Adam Smith, el padre de la economía política, predicó esto: ¡presta atención a tu interés individual y servirás el interés de todos!

Entonces, antes de ir a la votación del 25 de mayo, le pediría que se hiciera dos preguntas obvias y simples. Con el abandono del euro, ¿podré llegar mejor a final de mes? ¿Habrá más oportunidades para mí y mis hijos de encontrar trabajo?

Tratemos de responder, usando sobre todo el sentido común. Si dejamos la moneda única que llevamos utilizando desde hace casi quince años es porque queremos una nueva lira devaluada y estamos convencidos de que nos enriquecerá. ¿Tendremos mayores ingresos, en términos reales, que nos permitan comprar más? Seguro que nos sentiremos mal cuando vayamos al extranjero como nos gusta hacer. Pero incluso en Italia no habría razón para estar contento porque habrá inflación, nunca se ha visto que una devaluación de la moneda no provoque un aumento en los precios al consumidor. Si estamos entre los 16 millones de pensionistas, la inflación (aunque sea modesta) nos penalizará, a menos que nos engañemos con la posibilidad de que cualquier gobierno no sólo devalúe sino que aumente las pensiones. Lo mismo si somos funcionarios. Si, por el contrario, estamos entre los aproximadamente 13 millones que trabajan para empresas privadas, ¿realmente podemos esperar que las cosas vayan mejor, que podamos lograr aumentos de sueldos y salarios superiores a la inflación? Sólo si nuestros empresarios consiguen aumentar nuestra productividad, un milagro ya que hace más de diez años que prácticamente no aumenta.

¿Entonces? Lo que debe suceder si una devaluación va a revivir la economía sucederá: los ingresos reales de los trabajadores caerán. Si sumamos las pensiones y salarios públicos, aproximadamente 30 de los 47 millones de votantes seguramente estarán peor. Sin olvidar que antes del euro, a fuerza de devaluaciones, tocamos industrias en las que fuimos de los primeros. Por ejemplo, produjimos mejores coches que los alemanes y hoy los que trabajan para Volkswagen y BMW ganan mucho más que los que trabajan para Fiat y además han disfrutado de un aguinaldo, igual para todos, de 6/7000 euros. 

Revisión