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Estados Unidos: Trump afloja los controles sobre los bancos y las finanzas

El Congreso de EE.UU. aprueba la revisión de la ley deseada por Obama para limitar los abusos bancarios que habían llevado a la gran crisis subprime - Sin embargo, en comparación con el pasado, los cambios se suavizan: las reglas sobre derivados se mantienen - El umbral más allá del que impone la Fed control S

La Ley Dodd Frank se debilita y Donald Trump cumple una promesa más hecha durante la campaña electoral, suavizando las estrictas reglas financieras introducidas por el expresidente Barack Obama, tras la gran crisis provocada por las hipotecas subprime.

Tras el visto bueno del Senado, la Cámara de Representantes estadounidense aprobó definitivamente la revisión tan deseada por la Casa Blanca, con 259 votos a favor y 159 en contra. Números de los que se desprende claramente que incluso una parte de los demócratas votó a favor de la medida. En este punto solo falta la firma de Trump, que debería llegar en unos días.

En detalle, las nuevas reglas establecen que los bancos pequeños y medianos no tienen que someterse a la controles muy estrictos previstos por Dodd Frank y debe cumplir con requisitos menos estrictos que las grandes empresas. Según los republicanos, este cambio fomentará el crecimiento económico y el crédito bancario, eximiendo a las instituciones de cargas injustas.

Sin embargo, no todo el mundo piensa igual, dado que para muchos economistas el "ensanchamiento de las mallas" apretadas en torno a las grandes finanzas tras la perversa conducta que condujo a la peor recesión que ha vivido EE.UU. en los últimos 80 años, podría provocar una nueva debacle en tiempos de dificultades económicas.

Recordemos que la llamada Dodd Frank es, o quizás sería mejor decir que fue, la mayor reforma de Wall Street de las últimas décadas, que impuso reglas precisas para los bancos, limitando el uso de derivados y fondos privados y estableciendo la Consejo de Supervisión de Estabilidad Financiera.

En enero de 2017, Trump desestimó las disposiciones contenidas en la ley al definirlas "un desastre".

Sin embargo, hay que subrayar un aspecto importante: frente a las ideas originales del presidente, la reforma fue “suavizada”, dejando vigentes los límites impuestos a los derivados y los poderes de emergencia del gobierno.

Por otro lado, cambia el umbral más allá del cual los bancos se consideran sistemáticamente en riesgo al cumplir con controles más estrictos, y este es el aspecto más significativo de la disposición aprobada por el Congreso. El límite se incrementa en 5 veces: de 50 a 250 mil millones de activos.

En pocas palabras, el "hacha" periódica de la Reserva Federal y las pruebas de estrés anuales se impondrán solo a los grandes nombres, considerados de "importancia sistémica". Para instituciones con activos entre 50 y 100 mil millones, incluso se eliminarán los controles más estrictos, mientras que entre 100 y 250 mil millones el banco central estadounidense tendrá la posibilidad de establecer si es necesaria o no una supervisión más cuidadosa.

Finalmente, los bancos con menos de 10 mil millones en activos -es decir, instituciones locales-, con activos y pasivos comerciales de menos del 5% de los activos consolidados, no seránni tendrán que respetar ni siquiera la Regla Volker, la ley que prohíbe a los bancos comerciales el comercio especulativo con carteras propias.

 

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