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Hungría: las exportaciones se recuperan, pero ahora necesitamos atraer IED

La arquitectura del sistema económico e institucional presenta varias debilidades: la deuda externa, la deuda pública y un importante requerimiento financiero son los principales factores que aún penalizan la competitividad del país.

Hungría: las exportaciones se recuperan, pero ahora necesitamos atraer IED

En 2013, el PIB húngaro creció un 1,1 %, con una tendencia particularmente fuerte en el cuarto trimestre (2,7 %), también debido a un efecto de base favorable en el sector agrícola. En 2013, por el lado de la oferta, la recuperación del sector agropecuario y la producción industrial fueron las principales contribuciones al crecimiento del PIB, mientras que el crecimiento de las inversiones y la demanda de consumo público fueron los principales motores del lado interno. Las contribuciones de la demanda de consumo privado y de las exportaciones netas fueron más limitadas. Los signos de consolidación de la fase cíclica continuaron también durante este año. Según estimaciones preliminares, en el primer trimestre el PIB creció 3,2% ia, con un aumento de la producción industrial de 8,4% ia en los primeros tres meses de este año y un importante fortalecimiento en abril (10,1%). También lo acompañó uno crecimiento sostenido de las exportaciones, casi al 6,0% en el mismo mes. Las ventas minoristas también mejoraron en marzo, creciendo un 8,3% en términos reales (7,0% en el primer trimestre). El consumo de los hogares se beneficia de la reducción de la tasa de paro (8,3% en febrero, mínimo de dos años). Para todo el 2014 Intesa Sanpaolo prevé una dinámica del PIB en torno al 1,8%, gracias también a la demanda interna de consumo privado e inversiones, así como a la demanda exterior. Por el lado de la oferta, se espera que los sectores más vinculados a la economía nacional también puedan mejorar, como los servicios, que en 2014 podrían volver a hacer una contribución significativa a la evolución del PIB. Para 2015, se espera un mayor fortalecimiento de la economía húngara con un crecimiento del PIB del 1,9 % gracias sobre todo al mayor fortalecimiento de la demanda interna para el consumo privado y también público..

En 2013, el déficit público fue del 2,2% del PIB, significativamente inferior a la meta del Gobierno (2,7%). A pesar del aumento de los gastos, debido en particular al aumento de salarios de algunas categorías de funcionarios como los docentes, el resultado positivo se logró principalmente gracias a la dinámica favorable del PIB. Para este año, las previsiones hablan de un déficit público equivalente al 2,9% del PIB, en línea con el objetivo del Gobierno. Las previsiones consideran un aumento del gasto primario del orden del 1,0% del PIB, compensado en parte por los ingresos fiscales derivados del mayor crecimiento económico. El déficit público podría disminuir sólo ligeramente en 2015 (2,8% del PIB): en este sentido, la caída de la inversión pública por el efecto postelectoral se verá compensada por una caída de los ingresos no recurrentes por la venta de licencias de frecuencias de telecomunicaciones. Se espera que la deuda pública, equivalente al 79,2% del PIB en 2013, aumente a 80,3% en 2014, debido a la revaluación del componente de moneda extranjera (40% de la deuda pública) debido a la depreciación del tipo de cambio.

La inflación, equivalente al 1,7% en promedio en 2013 (0,4% en diciembre del año pasado), se mantuvo en territorio negativo en mayo pasado. La debilidad de los precios se vio afectada tanto por los planes de reducción de los precios de la electricidad y el gas para uso doméstico, como por una demanda interna que aún no es robusta y la limitada dinámica de los precios internacionales de las materias primas. Con la esperada recuperación del consumo privado, se espera que la inflación aumente hacia el 3,0% (objetivo NBH) en 2014, situando la media del año en torno al 1,0%. Ante la disminución de las presiones inflacionarias y para ayudar a la economía a recuperarse, el NBH recortó progresivamente su tipo de interés de referencia hasta el 2,4 % en mayo. Con una dinámica de precios muy contenida, no se puede descartar una mayor intervención en la tasa de política, sin embargo, las acciones del NBH se valorizarán considerando también los riesgos de un debilitamiento excesivo de la tasa de cambio. Más de la mitad de la deuda de los hogares y casi la mitad de la de las pequeñas y medianas empresas está denominada en moneda extranjera, por lo que una depreciación excesiva del florín provocaría un aumento del coste de la deuda en moneda extranjera en detrimento de los hogares y las empresas. Además de la herramienta de tasa de política, la política monetaria también ha activado otras palancas para estimular el crecimiento económico. En abril de 2013 se introdujo el llamado Esquema de Financiamiento para el Crecimiento (FGS) organizado en dos fases: el plan prevé la posibilidad de que los bancos obtengan financiación a un tipo de interés cero, concedan créditos a las pequeñas y medianas empresas a un tipo de interés máximo del 2,5 % y conviertan las deudas en florines en divisas de los pequeños y medianas empresas. Como parte de la primera fase, en mayo de 2013 se ordenó un aumento del 50% en el fondo a 750 mil millones de florines, de los cuales se utilizó una cantidad equivalente a 701 mil millones. Para la segunda fase se asignaron 2014 millones de florines (disponibles hasta finales de 500), de los cuales 2014 millones se utilizaron en marzo de 92,7. En el mismo período, el florín sufrió una depreciación del 2,5% desde principios de año, al pasar de 297 a 304 frente al euro. En el corto plazo, la moneda local sigue sujeta a volatilidad; sin embargo, en el mediano plazo, si la confianza de los inversionistas se fortaleciera con la contención del déficit público, la moneda local podría volver a apreciarse gradualmente en términos nominales, favoreciendo un retorno del tipo de cambio real efectivo al valor promedio de largo plazo, que actualmente resulta en una desalineación de aproximadamente 4,0%.

Hungría registró un superávit por cuenta corriente de alrededor de 2013 3 millones de euros en XNUMX, principalmente debido a la balanza comercial y de servicios positiva. Debido a la salida de inversión productiva extranjera, préstamos y depósitos en moneda extranjera, la cuenta financiera fue negativa a pesar del superávit neto en inversión de cartera. Sin embargo, gracias a la cuenta corriente positiva y al superávit de la cuenta de capital, la balanza de pagos fue positiva. Para 2014 se espera que el saldo corriente siga siendo positivo y cercano al 3,0% del PIB. El incremento esperado en las importaciones, debido al fortalecimiento de la demanda interna, será compensado por laaumento de las exportaciones favorecido por una mayor demanda exterior. Sin embargo, la posición financiera neta del país es negativa (alrededor del 90% del PIB nominal de 2013) y la deuda externa es de casi el 130% del PIB: en este escenario el saldo positivo de la cuenta corriente está favoreciendo un fortalecimiento gradual de la posición financiera exterior del país. Si a medio-largo plazo la estabilidad de la posición exterior de Hungría parece estar mejorando, en el corto plazo, el grado de liquidez del país sigue siendo vulnerable. Se estima que el "índice de cobertura de reservas", es decir, la relación entre las reservas de moneda extranjera y el agregado igual a la diferencia entre el vencimiento de la deuda y el saldo en cuenta corriente que satisface las necesidades de financiamiento a corto plazo del país, está justo por encima del valor umbral de 1 (1,1 este año).

Basado en el último Índice de Competitividad Global (ICG), calculado por el Foro Económico Mundial, entre 2009 y 2013 Hungría pasó del puesto 58 al 63 en un ranking de 148 países. Por lo tanto, la competitividad del país medida por el GCI no ha mejorado en los últimos años. La arquitectura del sistema económico e institucional húngaro tiene varias debilidades: el mismo índice GCI destaca el sistema tributario y la dificultad de acceso a financiamiento como los principales factores que aún penalizan la competitividad del país. Según el indicador “Doing Business”, Hungría ocupa el puesto 54 en una clasificación de 185 países. Los principales elementos de vulnerabilidad macroeconómica del país están representados por la deuda externa, equivalente a alrededor del 130% del PIB, de la deuda publica, a casi el 80% del PIB, y las importantes necesidades de financiamiento externo derivadas del servicio de la deuda externa. El índice de cobertura de reservas igual a uno sugiere la oportunidad de fortalecer el nivel de liquidez del país que, a pesar de la presencia de un superávit en cuenta corriente, está expuesto al refinanciamiento de la deuda externa por parte de los inversionistas. Los CDS se encuentran actualmente en una tendencia a la baja y han caído 40 pb a 177 pb en los últimos tres meses. Y, teniendo en cuenta los riesgos derivados de la necesidad de financiar las necesidades financieras externas y el elevado endeudamiento público, las agencias de calificación asignan calificaciones por debajo del grado de inversión a Hungría: S&P, Fitch y Moody's asignan al país, respectivamente, las calificaciones BB, BB+ y Ba1 .

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