Ciertamente, el futuro de Portugal no está entre los más prósperos por venir, pero para los angoleños la adquisición de Bpn es ciertamente una buena venganza. El Gobierno portugués ha revendido Banco Portugués de Negócios (Bpn), la entidad de crédito que en noviembre de 2008 había sido nacionalizada por encontrarse en un peligroso estado de insolvencia. La venta de BPN a finales de julio es una de las medidas del programa de austeridad acordado en mayo con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional a cambio del préstamo de 78 millones de euros.
Es posible, por tanto, poner fin a la larga serie de transacciones financieras que cuestan al Estado alrededor de 2,4 millones de euros, el 1,4% del PIB. El nuevo propietario es el Banco Internacional de Crédito (Bic), uno de los bancos comerciales más grandes de Angola.
La ministra de Economía portuguesa, Maria Luís Albuquerque, dijo hoy a la Cámara que los institutos internacionales no dejaron alternativas y que "la elección estaba entre vender al único postor creíble o liquidar Bpn, lo que le costaría al Estado tres veces más". Según estimaciones de la Caixa Geral de Depósitos (Cassa Generale Depositi), la principal entidad financiera de Portugal, la liquidación del banco supondría unos costes de 1,5 millones de euros, frente a los 500 millones de recapitalización que se inyectarán en el banco para concluir el acuerdo con los angoleños. Sin embargo, hoy Albuquerque no ha descartado que esta suma pueda aumentar, afirmando que "se estima una recapitalización de 500 millones de euros, pero aún no es un valor cierto".
El acuerdo – El Bic pagará 40 millones de euros, casi una quinta parte del precio de 180 millones fijado inicialmente a través de un decreto ley. El precio podría subir ligeramente durante los próximos cinco años si el banco consigue un resultado operativo superior a los 60 millones de euros. En este caso tendrá que pagar al estado un 20% más. La operación Bpn ha sido un sufrimiento constante para el Gobierno, que hasta el último día tuvo que inyectar dinero. De hecho, deberá pagar 550 millones de euros de recapitalización antes de llevar a cabo la venta, además deberá pagar la indemnización de buena parte de la mitad de los 1.580 empleados que perderán su puesto de trabajo. Los nuevos dueños cerrarán el 30% de las 213 oficinas que tiene en todo el país.
Historia – La pesadilla empezó el 2 de noviembre de 2008, cuando el gobierno del socialista José Sócrates anunció la nacionalización de la banca, que tenía un agujero de 700 millones de euros. La Caixa Geral de Depósitos (CGD) asumió su gestión. José Oliveira Costa, fundador del banco, fue juzgado por siete delitos diferentes: desde evasión de impuestos hasta lavado de dinero. En la lista de imputados había otras 23 personas. Mientras una comisión parlamentaria investigaba el gigantesco fraude, el Estado seguía inyectando dinero en un banco, cuyo valor estaba prácticamente bajo tierra.
Y en mayo de 2009, el gobierno empezó a hablar de privatización. Pero el BPN no ha encontrado compradores interesados, a pesar de haber ampliado el plazo hasta finales de noviembre de 2010. En total, la CGD ya había concedido los préstamos bancarios por 4,6 millones de euros.
Tras el rescate financiero, los acreedores internacionales obligaron al país a vender Bpn y fijaron el 31 de julio como fecha límite. De las cuatro ofertas recibidas, el Ministerio de Hacienda optó por el BIC angoleño, ya que, según la explicación oficial, "garantiza la continuidad de los negocios de BNP y tiene en cuenta la defensa de los intereses de los depositantes".
Los dos principales accionistas de Bic, con un 25% cada uno, son Isabel dos Santos, la poderosa hija del presidente angoleño José Eduardo dos Santos, y el empresario Américo Amorim, el hombre más rico de Portugal, según la revista Forbes.
