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El último mensaje de Draghi como gobernador: elogios al Quirinale y al Banco de Italia y confianza en los bancos

Según el futuro presidente del BCE, la situación italiana es "confusa y dramática" y no habrá salida sin reformas para el crecimiento y sin reducción de la deuda pública. Pero el país tiene dos puntos fuertes: el Quirinale y el Banco de Italia. También necesitamos un gobierno a la altura de su tarea

El último mensaje de Draghi como gobernador: elogios al Quirinale y al Banco de Italia y confianza en los bancos

En las diez páginas de su último discurso público como Gobernador del Banco de Italia están todos los lúcidos análisis de la crisis y las valientes propuestas de cambio para salir del túnel lo antes posible, pero el mensaje más importante que Mario Draghi entrega a Italia en el momento en que vuela a Frankfurt para asumir la presidencia del BCE viene después y está contenido en las palabras improvisadas que pronunció al final del Día del Ahorro.

“Comparado con hace seis años, cuando participé por primera vez en el Día del Ahorro como Gobernador – dijo Draghi – la situación actual es dramática y confusa, tanto a nivel nacional como internacional, tanto económico como político”. Nadie imaginó que llegaríamos a este punto, pero los pródromos de la crisis estuvieron todos en la elevada deuda pública y en la ausencia de crecimiento y también en la creencia errónea de que ya no quedaba nada por reformar. Y de nuevo: es cierto que la crisis es internacional, pero las raíces del malestar italiano son todas nacionales. Y entonces -fue el mensaje del Gobernador saliente- de nada sirve hacerse ilusiones sobre la ayuda de los demás y esconder la cabeza en la arena cuando en cambio es hora de arremangarse.

Lo que hay que hacer Draghi lleva tiempo diciendo y recomendando y ayer lo repetía invocando reformas para el crecimiento y una reforma fiscal que piense sobre todo en los jóvenes y que por tanto desplace la tasa del trabajo a la propiedad y el consumo. Con respecto a todo esto, Draghi reconoció que la carta de intenciones que esta noche entregará Berlusconi a Europa es "un paso adelante" pero también agregó que "hay que hacer reformas" y no solo anunciarlas, como recordó el mismo Gobierno a nuestro Gobierno de la UE. . Cada país debe hacer su parte pero hoy – recordó el propio Draghi – es Europa quien dicta los tiempos y sería ilusorio pensar en moverse contra o sin Europa.

El futuro presidente del BCE no ha ocultado nada sobre la gravedad de la crisis, pero no ha perdido la oportunidad de señalar que Italia aún tiene algunos puntos fuertes y principalmente dos: el Quirinale, el verdadero punto de referencia del país, y la Banca de Italia, cuya imparcialidad y autonomía deben ser respetadas. Mientras les insta a no aislarse de Europa y sus reglas y a tener en cuenta un mayor fortalecimiento del capital, Draghi también ha reservado un reconocimiento abierto para las fundaciones y los bancos, que el presidente de ACRI, Giuseppe Guzzetti, y el presidente de ABI, Giuseppe Mussari, orgullosamente defendió pidiendo que se reconozca la especificidad de los bancos italianos, que son en su mayoría bancos comerciales en lugar de bancos de inversión y que, como tales, merecen reglas separadas y no más endurecimiento regulatorio en comparación con Basilea 3.

En sus raros jadeos de orgullo ante el desastre del que son responsables, los políticos italianos a menudo se molestan cuando escuchan que los banqueros centrales dictan su agenda de alguna manera, pero cualquiera que haya presenciado el Día del Ahorro no podría decirlo a menos que note la evanescencia sustancial. del Gobierno Y en efecto, al pobre Tremonti no le quedó más que pronunciar un discurso filosófico, a mil kilómetros del drama del momento y de la concreción apremiante de las palabras de Mario Draghi. Esto es lo que puede hacer el convento, pero el optimismo de la voluntad puede a veces prevalecer sobre el pesimismo de la razón.


Archivos adjuntos: Conclusiones de Mario Draghi en el Día del Ahorro.pdf

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