Incluso los empresarios acaban en el punto de mira de Erdogan, o más bien de la fiscalía de Estambul, que ha emitido una orden de detención y ha ordenado el embargo de bienes de 187 personalidades del mundo financiero, buscadas por sospechas de tener vínculos con el ex imán Fethullah Gülen. , considerado por el presidente turco como el deus ex machina del fallido golpe de Estado del pasado 15 de julio.
Inmediatamente después de la decisión judicial, la policía financiera ya dispuso la detención de 60 presuntos gerentes, algunos de los cuales son gerentes de importantes empresas del país. La noticia la dan a conocer los medios locales: entre los nombres que han trascendido hasta el momento estaría el presidente de la Confindustria turca Tüskon y el yerno de Kadir Topbas, alcalde de Estambul e importante exponente del partido de Erdogan. Los detenidos están acusados de haber financiado la "organización terrorista" encabezada por Gulen, actualmente exiliado en EE.UU.
El número de implicados en la reacción de Erdogan para reprimir y castigar la intentona golpista asciende así a 40.029 personas interrogadas, 20.355 personas acabaron en prisión y 79.900 empleados públicos purgados (entre ellos, en particular magistrados, docentes, policías). Además, se cerraron 4.262 empresas o entidades, siempre con la acusación de estar de algún modo vinculadas a Gulen.