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Trump y Clinton, duelo electoral y guerras comerciales

Las guerras comerciales entre Estados Unidos y el resto del mundo son el telón de fondo del duelo electoral entre Donald Trump y Hillary Clinton que decidirá quién será el próximo ocupante de la Casa Blanca y quién dará vida al primer cara a cara. -cara en TV el lunes - Del TTP al TTIP y los casos Volkswagen, Apple y Deutsche Bank - Las ideas de los dos candidatos presidenciales no son claras ni convincentes.

Trump y Clinton, duelo electoral y guerras comerciales

Mientras estrellas más o menos célebres de Hollywood desfilan en un sentido llamamiento contra Trump a pocos días del duelo televisivo entre el candidato republicano a la Casa Blanca y Hillary Clinton, que decidirá las próximas elecciones estadounidenses, la guerra comercial entre EEUU y el resto del mundo no conoce descanso.

Todo comenzó con la genialidad de los dos tratados comerciales transatlánticos, el TTP y el TTIP, el primero hacia los países más importantes del área del Pacífico cuya adhesión se firmó en 2015, con la excepción de Corea del Sur y Filipinas, y está pendiente ratificación, mientras que el TTIP entre EE. UU. y la UE se ha estancado en las aguas poco profundas de una guerra comercial que recuerda vagamente el movimiento orgulloso del ex presidente brasileño Lula quien, en Quito en 2003, lideró a los otros países latinoamericanos a rechazar el ALCA de Bush, el libre comercio Área. Un intento de EE. UU. de convertir el "patio trasero" en un vertedero finalmente fracasó en 2015.

De nada sirve esconderse detrás de un dedo: desde el escándalo de las emisiones nocivas de Volkswagen hasta la respuesta de la multa a Apple por las estrategias fiscales irlandesas hasta la absurda multa solicitada al Deutsche Bank casi igual a su capitalización bursátil la suerte está echada. Los estadounidenses quieren replicar el TLCAN, pero en una versión conveniente, hacia socios comerciales para frenar el avance chino, cuando en Asia el comercio estadounidense es poco más de un tercio del valor del chino y el avance en Europa impresiona como la visión del ejército simbólico de terracota de Qin Shi Huang, el primer emperador chino encontrado en Xi'an.

Pero los dos candidatos a la presidencia de Estados Unidos que se enfrentarán en la noche del lunes en la televisión no tienen las ideas muy claras y según análisis del Petersen Institute for International and Economics (PIIE) el programa de Trump para subir los aranceles con China y México destroza hizo un pacto del TLCAN que ya no conviene y del cual México ha podido sacar grandes ventajas. Ventajas que, sin embargo, también permitieron cancelar los flujos migratorios hacia EE.UU. e iniciar una virtuosa diversificación de su economía al reducir la dependencia petrolera de los hermanos sudamericanos.

En los mercados internacionales, el debate ha aterrizado en las salas de operaciones trayendo volatilidad, destrozando valor como el viernes pasado “de las brujas… del Deutsche Bank” y el peso mexicano se ha convertido en la estrategia de cobertura de esta campaña electoral. Subir los aranceles a China y México como quiere Trump según el PIIE supondrá 4 millones de empleos en EEUU y eso supone desempolvar el espectro recesivo de 1986. Pero sobre el mismo tema, las políticas no tan drásticas de Clinton no están perfectamente delineadas y convincentes.

Así que buena visión y disfrutemos de los mercados hasta finales de octubre porque después, gane quien gane, tendrá que vérselas con un país colosal como EE.UU. que entre las crecientes preocupaciones sociales tiene unas preocupaciones económicas y presupuestarias mucho más apremiantes.

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