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Transición ecológica: la importancia de las comunidades energéticas

Legambiente ha publicado datos sobre comunidades energéticas en Italia. En total hay 30 operativos que se inspiran en las mejores prácticas del norte de Europa. Qué son y qué beneficios ofrecen.

Transición ecológica: la importancia de las comunidades energéticas

Hay más de 30 comunidades energéticas actualmente en funcionamiento en toda Italia: un modelo territorial innovador que prevé la adhesión a formas de yo, consumo e intercambio de energía, en cumplimiento de transición ecológica que ha despegado a nivel mundial.

Los datos, revelados por Legambiente, hoy ayuda a acercar al país a los ejemplos virtuosos que vienen del norte de Europa, donde este fenómeno ya ha adquirido cierta importancia desde hace tiempo.

Sin embargo, aunque en Italia el modelo de comunidades energéticas aún está en pañales, son varias las realidades que ya se han sumado a esta nueva oportunidad. Entre los proyectos más recientes se puede señalar el que inició, con el apoyo de grupo sorgenia, en los municipios lombardos de Turano Lodigiano y Bertonico, donde se han construido diversas instalaciones fotovoltaicas sobre las cubiertas de algunos edificios públicos, que hoy aseguran la producción, el autoconsumo y la compartición de 100% energía verde.

Qué se entiende por comunidad energética y qué beneficios ofrece a los territorios

Una comunidad energética es un modelo socioeconómico centrado en intercambio local de energía, que reduce el recurso al sistema eléctrico nacional, favoreciendo todos aquellos procesos centrados en el desarrollo sostenible.

Se trata de asociaciones reales, que incluyen empresas, organismos públicos locales, ciudadanos particulares y actividades comerciales, unidos por el deseo de adherirse a la principios de circularidad y un modelo energético basado en compartir.

En concreto, en las comunidades energéticas, todos los sujetos implicados, siguiendo un principio de participación activa en los diversos procesos energéticos, apuestan por la adquisición de infraestructura –principalmente sistemas fotovoltaicos – contribuir a la producción de energías renovables. Esto hace que los participantes pasen a formar parte de un único gran sistema de producción, intercambio y consumo de energía verde y sostenible, en una experiencia innovadora difundida a nivel local.

No hace falta decir que la creación de una comunidad energética puede asegurar toda una serie de ventajas para los territorios afectados. Vamos beneficios ambientales, relacionado con la reducción del consumo de energía procedente de combustibles fósiles, ai beneficios economicos, íntimamente relacionado con la reducción de los costes de adquisición, hasta beneficios sociales, apoyada en la promoción de modelos de colaboración, basados ​​en la participación, la cohesión, pero también en la adquisición de una mayor conciencia.

Redes y energías renovables: innovaciones para apoyar a las comunidades energéticas

Una comunidad energética se basa en el uso de instalaciones de producción de energía renovable que pueden ser individual o colectivo.

En el primer caso, se trata de soluciones instaladas únicamente por particulares -como, por ejemplo, paneles fotovoltaicos colocados en los tejados de edificios residenciales-, en el segundo, sin embargo, son sistemas destinados a la producción de energía, para uso colectivo en a nivel local, como plantas de energía solar o eólica.

Además, para optimizar la gestión de todos los procesos de distribución, acumulación y consumo, las comunidades energéticas se apoyan en Red electrica inteligente, sistemas innovadores, que se pueden integrar con las infraestructuras existentes, para transformar la red eléctrica en un sistema inteligente. Una Smart Grid permite, de hecho, conectar los sujetos que participan en el sistema a través de los más altos. tecnologias digitales y de comunicacion, para que todos los procesos que se desarrollan en la red estén siempre coordinados y monitorizados.

Naturalmente, para que cualquier usuario pueda formar parte del sistema, debe instalar uncaja de energía, un dispositivo que, al conectar el sistema eléctrico a la red central, establece un constante intercambio de información con la Smart Grid. La implantación de este complejo permite acceder, en cualquier momento, a lógicas de gestión muy avanzadas, que facilitan el control en tiempo real de todos aquellos procesos que ayudan a mejorar la cadena de suministro Energía.

La legislación a favor de las comunidades energéticas

El fenómeno de las comunidades energéticas, ahora también apoyado por la Milleproroghe Decreto 162/2019 en cumplimiento de la Directiva Europea RED II 2001/2018, que reconoció su valor legal, es hijo de un fermento que, cada vez con más frecuencia, empuja a los consumidores a formar parte de ese fermento proceso de descarbonización necesario e inevitable.

El objetivo es seguir el ritmo de los objetivos estratégicos establecidos a nivel europeo en materia de clima y energía y formar parte activa de esa hoja de ruta que, por 2050, permitirá a las personas prescindir de los combustibles fósiles.

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