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Tour de Francia: contrarreloj, últimos veredictos

Froome busca una victoria en Marsella para celebrar por adelantado su cuarto triunfo en el Tour, aunque también están en el podio el francés Bardet y el colombiano Uran, decididamente más fuerte en la contrarreloj entre ambos.

Tour de Francia: contrarreloj, últimos veredictos

Desde Salon-de-Provence, en días despejados, se divisa a lo lejos el pico rocoso y pelado del Mont Ventoux: pero el Tour de esta edición volvió a Provenza pero evitó el gigante de piedra, donde se escenificó una farsa inolvidable protagonizada por Chris Froome de amarillo quien, bloqueado por el tráfico, plantó su bicicleta y comenzó a correr a pie hacia la línea de meta ubicada en la mitad de la colina debido a problemas de calor excesivo. Si hubiera estado el Ventoux, quizás el Tour todavía podría haber reservado algunas sorpresas, sin duda en previsión de la contrarreloj de hoy que lo ve como el gran favorito, Froome no habría tenido tiempo y ganas de bromear como le sucedió en la plácida etapa de ayer. , inmortalizado en un running flash que recorrió la web mientras chocaba los cinco con el "diablo" que cada día, al final de la etapa, aparece por los arcenes del Tour. Poniéndose a trabajar, tras las batallas alpinas entre los grandes nombres -por así decirlo dada la bagatela de segundos que Galibier e Izoard con los que movieron la clasificación- son los velocistas o finisseurs que se quedaron en carrera y que hasta el miércoles tuvieron que chocar con el imbatible Marcel Kittel.

El alemán del maillot verde ya no está y Edvald Boasson-Hagen gana así su primera etapa en este Tour, recuperando la sonrisa que se le había borrado la jornada en Nuits-Saint-Georges cuando en la foto finalizó a 6 milímetros, igual a 8 diez milésimas de segundo, Kittel lo había declarado derrotado. En Salon de Provence, para evitar tales problemas, Boasson-Hagen consideró oportuno deshacerse de todos sus compañeros de fuga, llegando 5” por delante del alemán Nikias Arndt. Un día que no movió la clasificación pero que sirvió a Mikael Matthews para asegurar el maillot verde ante posibles ataques de André Greipel. Hoy el Tour desvela las últimas verdades. Uno, además, ya está escrito y solo le falta el sello de la oficialidad: es el cuarto éxito de Froome en el Tour que también tiene la oportunidad de evitar terminar de amarillo sin haber ganado nunca una etapa. Una verdad previsible es que a Uran le sirve más la contrarreloj para volver a adelantar a Bardet en el podio que un relámpago en la contrarreloj. Sin duda este Tour pasará a la historia como uno de los podios más cortos, con tres corredores amontonados en la penúltima etapa, en menos de medio minuto. Lástima que Aru se escapó justo cuando esperaba una pata de él. Pero el vaso del sardo también se puede ver medio lleno con una prestigiosa victoria de etapa en la Planche des Belles Filles y dos días en los Pirineos de amarillo, el maillot que le faltaba al campeón italiano tras vestir el rosa en el Giro y el rojo uno en la Vuelta (ganada en 2015).

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