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Tiger, la tienda anticrisis: ideas para regalos de Navidad low cost

Nacida en 1995 en Dinamarca como un taller de reparación de paraguas y gafas de sol, Tiger es ahora una cadena que vende objetos de diseño a bajo coste por todo el mundo – Una receta anticrisis ganadora que gracias a Javier Gómez, un español de 38 años con pasado en Fiat, también lleva dos años en Italia, donde su facturación ascenderá a 2012 ​​millones de euros en 6,5.

Tiger, la tienda anticrisis: ideas para regalos de Navidad low cost

Se acerca la Navidad, ya casi es hora de pensar en los fatídicos regalos. ¿Necesitas pensar en varias personas pero al mismo tiempo quieres gastar poco? Si vives en el norte, quizás entre Turín, Milán y Génova, hay una tienda adecuada para ti: è Tiger, un auténtico bazar de objetos de diseño low cost, en su segundo año de vida en Italia después de haber navegado alrededor del mundo desde Dinamarca hace veinte años.

En el emporio del Tigre puedes encontrar de todo: gadgets, objetos para el hogar, artículos para niños, chucherías varias más o menos útiles pero ciertamente atractivas y sabrosas. Ideal para regalo de Navidad (pero no solo), con precios a partir de un euro y de media entre 2 y 4. Por eso, "Tiger es la única tienda de la que ves salir a los clientes con dos bolsas llenas de compras, habiendo gastado apenas unos veinte euros", según explica el hombre que trajo este modelo de negocio anticrisis a Italia después de verla despoblarse incluso en Grecia y España. Este último es precisamente el país de origen de Javier Gómez, 38 años, licenciado en Ciencias Económicas y Comerciales y ahora turinés de adopción tras una experiencia en Fiat desde 2001 con varios roles, desde gerente de proyecto para el relanzamiento de Alfa Romeo hasta director de marketing. Un currículum respetable, pero sin experiencia en ventas minoristas.

“De hecho, la idea nació por casualidad: caminaba con mi esposa en Madrid, donde la cadena Tiger (200 tiendas en 17 países de todo el mundo, desde Dinamarca hasta Japón, ed) existe desde hace 5-6 años. Queríamos comprar tantas cosas, pero hubiera sido imposible llevarlas en el avión. Entonces nos preguntamos: ¿es posible que no exista tal tienda en Turín? No existía, y tuvimos la loca idea". Crearlo, continúa Gómez, sin embargo, no fue fácil: "Me tomó un tiempo recuperar el contacto: aunque Tiger es un grupo internacional, el sitio no estaba muy bien hecho y la parte relacionada con la empresa matriz, que está en Copenhague , ¡solo estaba escrito en danés!”. Javier Gómez, sin embargo, finalmente lo logra: también involucra a su esposa y otros tres socios en una empresa simple que participa al 50% con "Zebra", la empresa matriz dirigida por el fundador Lennart Lajboschitz, que "comenzó en 1995 reparando paraguas en invierno y gafas de sol en verano" y que sigue eligiendo personalmente a sus miembros.

“No es una franquicia –subraya Gómez– pero una empresa conjunta 50/XNUMX, totalmente autofinanciada por los resultados de nuestro negocio”. Actividad, la de Tiger Italia, que en apenas dos años de vida en Italia (la primera tienda se abrió en Turín el 6 de abril de 2011, la segunda en Milán el 15 de noviembre del mismo año) está creciendo de forma espectacular, consolidándose como Receta ganadora contra la crisis: “La gente tiene menos posibilidades económicas, pero eso no quiere decir que tenga menos propensión a comprar: vamos, tienes la oportunidad de gastar poco y al mismo tiempo encontrar un poco de todo en la misma tienda, una oportunidad muy bienvenida especialmente durante las vacaciones de Navidad, cerca de las cuales de hecho ganamos el 30% de nuestro anual Rotación".

Facturación que en el primer año, 2011, con sólo dos tiendas, fue de 1,7 millones de euros, para explotar en el presente año con la apertura de otros cinco puntos de venta: “se espera que sea alrededor de 6,5 millones”, asegura el fundador de Tiger Italia, que actualmente emplea a un total de 70 personas entre Milán, Turín (donde ahora hay tres tiendas), Génova, Piacenza y Alessandria. “Me gustaría señalar, sin embargo, que nuestro modelo de negocio es exitoso no solo por los precios y por la variedad y tipo de productos, sino también y sobre todo por el concepto. Lennart siempre lo dice: 'No podemos permitirnos ser una tienda convencional', y por eso nos hemos centrado mucho en el mobiliario, la iluminación, la música, la amabilidad del personal. Nuestros puntos de venta se están convirtiendo en puntos de encuentro donde la gente también se cita”. Y luego, esto también hay que recordarlo, “rara vez sale con las manos vacías”.

No es difícil de creer si lo piensas el recibo medio en Tiger oscila entre 5 y 7 euros, y suele incluir más de un artículo. Artículos que son de lo más diversos: desde pistolas atrapamoscas (“Una de las más populares, hay que decirlo”, recuerda Gómez entre risas), hasta maletines infantiles, pasando por una original colección de tazas para la cocina, y que son todas diseñado en la sede de Copenhague y producido en todo el mundo, algunos también en Italia. Y sobre todo, que nunca son iguales: “Todos los meses conseguimos cambiar al menos un 30% de nuestra oferta”, especifica Gómez. El producto adecuado (económico), por lo tanto, pero también en el momento adecuado (crisis y Navidad) y en el lugar adecuado (espacio de acogida), como le gusta recordar a su fundador italiano.

¿Y adónde quiere llegar esta pequeña gran idea nacida de la nada? Muy lejos. “En 2013 planeamos abrir otras 10-12 tiendas, todas en el Norte (para el Centro hay otra empresa concesionaria, que debutará en el mercado en breve, ndr) entre Bolonia, Florencia, Verona, Brescia, Cremona, y en menos otro en Milán. Luego, a finales de 2015, nos gustaría llegar a unos sesenta puntos de venta”. Para entonces, Tiger se habrá convertido oficialmente en una marca. La marca "de todo un poco ya bajo coste", la marca anticrisis por excelencia.

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