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The Economist, impactante portada sobre Francia: pero París no encaja

"Una bomba de relojería en el corazón de Europa": así titula el autorizado semanario británico en portada, con una foto de un bulto de baguettes que alude claramente a Francia a Ft: "No somos Italia y España".

The Economist, impactante portada sobre Francia: pero París no encaja

La portada es, precisamente, una de las fuertes, que no dejan lugar a interpretaciones más suaves: un paquete de baguettes, el típico pan francés, envuelto en una cinta tricolor (azul, blanca y roja, por supuesto), con una mecha lista para explotar. Y luego, como si la imagen no fuera ya clara, el título: “Una bomba de relojería en el corazón de Europa”.

Así, el autoritario semanario británico The Economist, después de haber criticado varias veces a Berlusconi e Italia en el pasado, apunta al país de Hollande, cuya crisis está a punto de estallar, con el riesgo de debilitar aún más el equilibrio financiero del Viejo Continente. En Francia, sin embargo, no están ahí: será que comparados con nosotros no están acostumbrados, pero más allá de los Alpes se lo han tomado muy mal.

Sobre todo la clase política, que no quiere pasar por el "Berlusconi" de turno: "Francia no es el enfermo de Europa - truena Ministro de Economía Pierre Moscovici en una entrevista concedida a la otra institución de la prensa financiera, el Financial Times -. Seguimos siendo la quinta potencia económica mundial, que solo necesita recuperar algo de competitividad”. “No estamos aplicando las mismas reformas que Italia y España –continúa Moscovici, en alusión a los otros dos grandes sufridores de la Eurozona– simplemente porque no estamos en su misma situación, no tenemos las mismas criticidades que ellos. Por lo tanto, llevaremos a cabo las reformas “à la française” (“en francés”, informada en el idioma original por Ft)”, concluyó con orgullo el titular de la Economía Transalpina.

Primer ministro Jean-Marc Ayrault en cambio, por su parte, se limitó a defender la actuación del Gobierno, subrayando "los excesos de la revista británica para vender ejemplares", mientras que la reacción más airada procede del ministro de "Redressement productif" (de "recuperación productiva" ) Arnaud Montebourg, En cual entrevista en radio Europa 1 ha llegado a definir a The Economist como el "Charlie Hebdo de la Ciudad". Charlie Hebdo es en realidad un semanario francés de sátira, con portadas a menudo caricaturizadas o incluso provocativamente escandalosas (como las contra el Islam), que nada tiene que ver con la pericia económica del tótem inglés. Tal vez, pero esta portada realmente dolió.

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