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Taxi-Gobierno: sindicatos satisfechos, taxistas enojados

El presidente de Uritaxi, Loreno Bittarelli, dijo estar "satisfecho con la reunión", porque "el gobierno estaba dispuesto a llevar nuestras propuestas al Consejo de Ministros" - El paro del 23 "sigue en pie" - Pero ante la idea de Al tener que volver al trabajo, el Circo Máximo se enciende: "¡Vendido!".

Taxi-Gobierno: sindicatos satisfechos, taxistas enojados

Después de días de acaloradas protestas, los taxistas se relajan. Casi. Su líderes sindicales fueron recibidos hoy en el Palacio Chigi, donde presentaron su propuesta alternativa al Gobierno para reformar el sector. Todo a tan solo 24 horas del Consejo de Ministros que dará luz verde al decreto de liberalización, enemigo acérrimo de los coches blancos.

"Estamos satisfechos - Dijo Loreno Bittarelli, presidente de Uritaxi -. El Gobierno manifestó su voluntad de presentar nuestras contrapropuestas al Consejo de Ministros de mañana de manera positiva. Si al final estaremos satisfechos o no, solo podremos decir mañana, en parte, y luego definitivamente al final del proceso parlamentario”.

¿Y ahora? Romped filas, taxistas. Al final de la reunión, Bittarelli dijo que iría al Circo Máximo, sede de la protesta, para "sugerir" a los colegas que "reanuden el servicio". Cielos abiertos: la propuesta no gustó nada, tanto que cientos de taxistas recibieron a sus representantes con el irreverente grito de "¡Vendido! ¡Lástima!". En cuanto al paro del 23 de enero, por el momento "sigue en pie", confirma el ya diplomático Bittarelli. Después de todo, nunca se sabe.

Durante las largas conversaciones, los sindicalistas pidieron al gobierno que no permitir doble licencia, mientras que no tendrían problemas con la flexibilidad de la lista. Otro niet para la transferencia de competencias a la Autoridad de Transporte: “cuius regio, eius licentia”, la posibilidad de otorgar nuevas licencias debe seguir siendo prerrogativa de los alcaldes. Como mínimo, la Autoridad podría desempeñar un papel consultivo, si alguna vez fuera necesario. Al final, sin extraterritorialidad: todo taxista trabaja en su casa, impidiendo la posibilidad de ejercer más allá de los límites del lugar donde se expidió la tan querida licencia.

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