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Gravar más el consumo para desgravar los ingresos de los hogares y reducir los costes laborales

La propuesta presentada en FIRSTonline por Innocenzo Cipolletta y basada en un aumento de las tasas mínimas de IVA en función de una reducción en el Irpef y el Irap es buena para la economía sin pesar en el presupuesto público y con efectos muy modestos en los precios internos – Denuncias de los comerciantes son predecibles pero no asustan a nadie

Gravar más el consumo para desgravar los ingresos de los hogares y reducir los costes laborales

Su FIRSTonline el 20 de septiembre Innocenzo Cipolletta se ha propuesto aprovechar el momento de deflación en el que se encuentra la economía italiana para adoptar una más que adecuada maniobra de equilibrio presupuestario consistente en una subida de algunos tipos de IVA para financiar la correspondiente rebaja del IRPF y del Irap.

Como leemos en los buenos libros de texto del pasado, tal operación equivale (acertadamente nos recuerda Cipolletta) a los efectos de la devaluación de la lira antes de 1994 cuando la adopción del euro y los tipos de cambio irrevocablemente fijos ya no permitieron esta medida. Si entonces la devaluación de la lira favoreció las exportaciones pero también se traspasó a los precios internos, hoy el aumento del IVA no tiene efecto sobre las exportaciones al ser reembolsable y el riesgo de que se traslade a los precios internos parece muy modesto.

Mientras que la reducción del IRPF estimula el consumo y la del Irap favorece las exportaciones al reducir la cuña fiscal sobre el trabajo. En cualquier caso, el PIB monetario aumentaría tanto por el modesto efecto sobre los precios como por el estímulo al crecimiento, pero el stock de deuda pública no crecería al estar la maniobra propuesta sujeta a una restricción presupuestaria equilibrada. En cambio, la relación deuda/PIB disminuiría.

El gráfico y el cuadro adjunto ofrecen otras razones para adoptar una política de presupuesto equilibrado. El gráfico muestra que desde hace años la composición de los ingresos tributarios ha convergido hacia la equivalencia sustancial del peso de los impuestos directos, indirectos y las cotizaciones sociales sobre los ingresos totales. Cada componente pesa alrededor del 15 por ciento del PIB. En resumen, el consumo (y los comerciantes) siempre han sido privilegiados en términos de tributación sobre los ingresos de los hogares y el costo laboral de las empresas manufactureras.

Por su parte, el cuadro adjunto muestra el peso de la erosión fiscal del IVA por los tipos reducidos: más de 40 millones de euros. Por lo tanto, existe un amplio margen para una importante e inmediata política de equilibrio presupuestario que impulse la oferta y estimule la capacidad de producción no utilizada.

La actual fase de la economía ofrece un momento propicio para hacer una valiente recomposición de los ingresos tributarios totales: incrementar la tributación al consumo para favorecer la reducción de los impuestos sobre la renta de los hogares y la reducción del costo laboral de las empresas manufactureras exportadoras. Los comerciantes con poca exposición a la competencia internacional se quejarán y otros dirán que "el problema es aguas arriba y en todo caso es otro". ¡Pero creo que Renzi también responderá "qué miedo" esta vez!

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