A los milongueros no les gustan los extranjeros. Los bailarines de tango de la capital argentina han intentado prohibir que las parejas extranjeras participen en el Metropolitano, el certamen más prestigioso que se realiza cada año en Buenos Aires.
Aunque en 2009 el tango fue reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y se encuentra entre los bailes más populares del mundo, parece que toda esta fama empieza a molestar.
La excusa oficial es que el Metropolitano pretende clasificar a las parejas que participarán en el mundial de agosto, para lo cual es necesario tener ciudadanía argentina.
Afortunadamente, la corte no siente lo mismo. Tres bailarines, un coreano, un estadounidense y un irlandés ganaron el recurso presentado ante la jueza Elena Liberatori que declaró inconstitucional la exclusión de los extranjeros del concurso. El juez recordó que "el arte tiene una trascendencia internacional" y que hay muchos bailarines argentinos que bailan en las más importantes compañías extranjeras (por ejemplo Paoma Herrera en el American Ballet Theatre). Sin embargo, también agregó que la solución propuesta por el Metropolitano, de realizar un concurso paralelo solo para extranjeros, es lo más realista que pueden esperar los tres indignados bailarines.
Sin embargo, muchos milongueros se exponen de una forma más radical. El conocido bailarín Hernàn Caballero le dijo al Wall Street Journal que no es justo competir con los extranjeros porque ellos pueden pagar $100 por hora de lecciones mientras que los argentinos no.
Entonces, ¿qué se respira en el aire bonariense? ¿Un nuevo proteccionismo, incluso cultural, a raíz de la política del presidente Kirchner o simplemente miedo a perder?
fuentes: Wall Street Journal Américas