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Superbonus, pesadilla de la burocracia: 43 documentos a los bancos

Un condominio que opte por transferir su crédito fiscal a los bancos deberá presentar una larga lista de certificados para completar el trámite que exige la ley. Pero incluso para los individualistas el camino es complicado.

Superbonus, pesadilla de la burocracia: 43 documentos a los bancos

Tienes que sudar el superbonus. La deducción fiscal del 110% sobre los gastos incurridos por intervenciones de eficiencia energética y obras antisísmicas corre el riesgo de convertirse en una verdadera pesadilla, especialmente para quienes deciden dar su crédito a los bancos.

Según la nueva legislación, los clientes que decidan acogerse al superbonus desde el 1 de julio de 2020 hasta el 31 de diciembre de 2021 tienen tres opciones disponibles:  

  • deducir los gastos y recuperar la suma en 5 cuotas anuales, 
  • aprovechar un descuento inmediato en la factura equivalente al 100% del costo del trabajo por parte de la empresa que, a su vez, deberá transferir el crédito a bancos o terceros,
  • solicitar directamente a los bancos la transferencia del crédito fiscal.

Quien opte por la tercera opción tendrá que vérselas uno de los males endémicos de nuestro país: la burocracia.

Un condominio que tiene que realizar una obra de eficiencia energética y decide transferir su crédito fiscal del 110% a un banco primero tendrá que pasar una cantidad infinita de obligaciones y presentar decenas de certificaciones. Según los primeros cálculos -recogidos por medios y sitios especializados- hay 43 documentos requeridos en total. Es un poco mejor, pero no demasiado, si es una sola casa, para lo cual el proceso burocrático requiere el envío de "solo" 38 documentos diferentes. Una auténtica paradoja si pensamos que el superbonus debe servir para animar a los contribuyentes a realizar obras que den un respiro al sector de la construcción lidiando con la crisis. 

La documentación se divide en dos grandes macroáreas: tipo de intervención (sobre los sistemas o la envolvente del edificio) y tipo de propiedad: casa unifamiliar, condominio, casa adosada.

Nunca termina desde aquí. Para el condominios necesita: certificados relativos al número de inmuebles, los propietarios de cada uno, las categorías catastrales, las milésimas acciones, la imputación de gastos, la autocertificación con las fechas de inicio y finalización de las obras (previstas), etc. “Siguen otros 34 documentos, divididos por inicio, avance y fin de obra”, explica La Stampa, que ha consultado los expedientes solicitados por uno de los principales bancos italianos.

Molto se simplifica el procedimiento previsto si se traslada a la empresa el crédito fiscal acumulado. En este caso, es suficiente completar un formulario en línea elaborado por la Agencia Tributaria. Será entonces la empresa la que tendrá que lidiar con los bancos y superar todos los obstáculos necesarios.

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