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España, Portugal y Grecia: otra vez el caos

Madrid lleva cuatro meses sin gobierno y se encamina hacia nuevas elecciones, Lisboa no ha cumplido sus objetivos financieros de 2015 y Grecia vuelve a estar escasa de liquidez a medida que se acerca el plazo de julio para el que deberá devolver 3,6 millones de euros – Los países mediterráneos vuelven a preocupar a Europa.

España, Portugal y Grecia: otra vez el caos

No hay paz para los países del sur de Europa. España, Grecia y Portugal vuelven a estar en aprietos. Sus vicisitudes político-económicas vuelven a preocupar a Europa, aunque por distintos motivos: España lleva más de cuatro meses sin Gobierno y el riesgo de que las próximas elecciones, ya prácticamente seguras, vuelvan a terminar en un punto muerto (según el último encuestas la mayoría absoluta está lejos de todos) es muy alta. Por su parte, Portugal ha incumplido los compromisos adquiridos en la Comunidad, a pesar de que políticamente ha sabido encontrar una salida al encomendar el Ejecutivo al líder socialista Antonio Costa que lidera desde el 26 un frágil Gobierno de izquierdas. Noviembre que sobrevive gracias al apoyo externo del Bloco de Izquierda y la CDU.

Grecia, por su parte, se encuentra enfrascada en una nueva negociación con la UE para obtener un nuevo tramo de ayuda para el próximo julio, mes en el que Atenas deberá devolver 3,6 millones de euros de deudas a acreedores nacionales y extranjeros. El problema es que las arcas griegas podrían vaciarse mucho antes. Por ello, el Ministerio de Salud habría enviado una carta a los hospitales del país pidiéndoles que trasladen toda su liquidez a una cuenta especial del Banco Central.

ESPAÑA HACIA NUEVAS ELECCIONES

Felipe VI inició ayer una tercera ronda de consultas, tras el intento fallido de nombrar al líder socialista Pedro Sánchez. A la fecha, no parece haber salida al estancamiento político iniciado con las elecciones del 20 de diciembre de 2015 y el reloj de arena institucional está a punto de agotarse. Si no se puede encontrar un Ejecutivo para el 2 de mayo, la nueva vuelta electoral no se puede evitar. El problema es que ni eso, previsto para el 26 de junio, pudo solucionar el impasse español. Según las últimas encuestas, existe un riesgo real de que se repita el mismo resultado: los cuatro partidos principales se fusionaron en un rango de 10 puntos y sin mayoría absoluta (176 escaños).

GRECIA SIN EFECTIVO

Atenas debe enfrentarse una vez más al fantasma del default. Las arcas del Estado podrían vaciarse a mediados de mayo y, sin la liberación de un nuevo tramo de ayuda, Grecia no podrá pagar las deudas vencidas en julio. A pesar de los intentos de revisión del gasto realizados en los últimos meses (-1,34 millones de gasto público primario en el primer trimestre de 2015) la situación vuelve a estar al borde del abismo. Por eso, el 21 de abril, el Ministerio de Salud envió una carta a los hospitales en la que les solicitaba transferir toda su liquidez al banco central.

En ese contexto, Alexis Tsipras sigue negociando con la ex Troika con la esperanza de liberar los 5 millones de recursos necesarios para pagar los 3,6 millones de préstamos que vencen en junio y dar un poco de oxígeno a las arcas del Estado. La UE y el FMI han pedido al Gobierno griego que prevea una serie de medidas de salvaguardia (nuevos impuestos y nuevos recortes) por valor de 3 millones de euros que entrarían automáticamente en vigor en 2018 en caso de que Atenas incumpla los objetivos relativos al superávit primario que, según los convenios, no podrá superar el 3,5% del PIB.

UE: POSIBLES SANCIONES CONTRA ESPAÑA Y PORTUGAL

En el mes de mayo, la Comisión Europea dará su opinión sobre la evolución de las finanzas de los Estados miembros. Si bien Italia averiguará si Bruselas otorgará la flexibilidad que tanto necesita, España y Portugal podrían enfrentar fuertes sanciones.

Madrid registró un déficit del 2015% en 5,1 frente a un objetivo del 4,2%. A Lisboa le fue aún peor, cerrando el año con un déficit del 4,4% frente a una previsión del 2,5%.

Llegados a este punto, por tanto, por primera vez en su historia, la Comisión de la UE podría decidir no desviar la mirada del otro pacto e imponer las "penalizaciones" previstas por el Pacto de Estabilidad que establece sanciones económicas de hasta el 0,2% del PIB. para países que violan las normas de la UE.

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