comparte

España: ¿austeridad? Toda la culpa de Zapatero que cambió el frágil modelo económico de Aznar

Los ocho años del presidente socialista en la Moncloa han hundido a España de la estrella a los harapos – El país ha pasado de ser el campeón indiscutible del crecimiento económico y del empleo a un claro ejemplo de modelo de ineficiencia – El error estuvo en adoptar el modelo económico de Aznar basado en financiación pública y privada.

España: ¿austeridad? Toda la culpa de Zapatero que cambió el frágil modelo económico de Aznar

Nadie lo dice abiertamente, pero las drásticas medidas de austeridad decididas en España por el Gobierno de Mariano Rajoy son consecuencia directa de la demente política económica del Gobierno de Zapatero.

Los casi ocho años del presidente socialista en la Moncloa han hundido a España de las estrellas a los harapos. El país ha pasado de ser un campeón indiscutible del crecimiento económico y del empleo a un claro ejemplo de modelo de ineficiencia. Un desplome vertical que ha golpeado al sector inmobiliario, al sector financiero-bancario, a los servicios, a gran parte de la industria, pero también al aparato público, la seguridad social y las pensiones. Como diciendo que el país ibérico necesita ser refundado. O mejor dicho, necesita ser totalmente repensada en su fórmula federalista actual, que ha demostrado ser una pesada carga, tanto en términos de costos como de eficiencia.

Mariano Rajoy, el nuevo presidente del Gobierno, intenta así un doble salto mortal sin red (o mejor dicho, con red instalada recientemente por Bruselas, pero a cambio de grandes sacrificios): sanar la situación del pasado, heredada de Zapatero y al mismo tiempo relanzar el país. No es fácil.

"Bambi", el ex presidente del Gobierno socialista, tuvo el mérito de hacer avanzar a España considerablemente bajo el perfil social, pero la culpa de no haber visto llegar la crisis a tiempo y sobre todo de haber adoptado plenamente el modelo económico de su antecesor Aznar basado en financiación pública y privada (sin garantías suficientes) para crear obras públicas, desarrollar bienes inmuebles y servicios.

Una fórmula mágica que ha permitido a España, durante una década, ritmos de desarrollo asiáticos pero que ha creado peligrosas burbujas especulativas (desde la inmobiliaria a la financiera, pasando por las renovables), destinadas a estallar en cuanto empiece a soplar el primer viento de la crisis internacional.

Es pues en ese preciso momento (hacemos 5 años) que el sueño español se desvanece. Zapatero no reacciona lo suficientemente rápido, deja que la situación se le vaya de las manos poco a poco. Cómplices sus ministros, pero también una Europa miope y tímida. Una política económica, la de Zapatero, a la que siempre se ha opuesto el popular Rajoy y que ahora deberá corregir rápidamente exigiendo fuertes sacrificios a los españoles ya postrados por una tasa de paro que supera con creces el 20% de la población activa del país.

Suficiente para entender que la tensión social es palpable y que la violencia en las calles de Madrid de los últimos días podría extenderse a toda la península. Más aún si la recesión se prolongara muchos meses más y los parados aumentaran significativamente.

La precariedad es quizás la sensación más desagradable que experimentan los españoles en la actualidad. La incertidumbre del futuro y las perspectivas tras dos décadas de bonanza en las que España parecía haber encontrado la fórmula del éxito. Como diciendo que los españoles no están preparados para esta nueva situación.

Además, es impresionante ver la progresión con la que han aumentado los carteles de "se vende" y el número de persianas cerradas de los comercios en el último año, han crecido las colas ante las oficinas de empleo y organismos que reparten comida caliente a los más necesitado.

Por no hablar de la cantidad de inmigrantes (se cuentan por miles) que han decidido volver a sus países de origen. Especialmente los latinoamericanos. Pero es precisamente desde Latinoamérica desde donde podría partir el relanzamiento de España. De hecho, es en ese ámbito donde las empresas y los bancos ibéricos han "salvado" hasta ahora sus balances.

Revisión