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España, las secuelas de la burbuja inmobiliaria: casi 700 Ayuntamientos implicados en casos de corrupción

Así lo revela un estudio del Ministerio de Educación y Ciencia que recoge El País: más de la mitad de la población vive en municipios implicados en casos de corrupción durante la burbuja inmobiliaria (2006-2010) –la peor región es Murcia, donde casi El 60% de los Municipios son corruptos.

España, las secuelas de la burbuja inmobiliaria: casi 700 Ayuntamientos implicados en casos de corrupción

Más de la mitad de la población española (56%) vive en municipios implicados en casos de corrupción urbanística en el periodo 2006-2010. Eso, para ser claros, de la burbuja inmobiliaria que tan negativamente caracterizó la economía del país en la época gobernada por Zapatero. En la media nacional intervienen "solo" el 8,3% de los municipios (676 de 8116), pero en cuatro regiones (incluida la Comunidad Valenciana, con 94 municipios implicados, Galicia, Andalucía y Cantabria) el porcentaje se ha duplicado. Por no hablar de Madrid y Asturias, que la triplicaron, Canarias y Baleares que la cuadruplicaron y la desastrosa Murcia, donde la corrupción es siete veces la media nacional.

El estudio lo revela “Aproximación a una geografía de la corrupción urbana en España”, reportado por El País y financiado por el Ministerio de Educación y Ciencia para demostrar cuánto creció en esos años el fenómeno de la corrupción, especialmente ligado a la urbanización, e influyó fuertemente -negativamente- en el recrudecimiento de la crisis en el país ibérico.

"La expansión económica ha estado entretejida con la corrupción", dicen los autores del estudio, para quienes el fenómeno es sólo "la punta del iceberg" de una urbanización desmedida y con efectos alarmantes, por ejemplo, sobre el sistema financiero y sobre el 'actividad económica. “El último ciclo económico en España -señala la investigación- basado en el boom inmobiliario y el consumo finalizó en 2008, situando al país en la crisis más importante de su historia reciente: número récord de parados, deflación, caída del PIB, endeudamiento público y privado por las nubes. Un panorama desolador, en el que algunos datos pueden explicar la vínculo innegable entre la crisis económica y el boom inmobiliario de los últimos diez años”.

El más evidente de estos datos es que el España, que aporta solo el 10% del PIB europeo, ha construido el 2000% de todas las viviendas de la Unión Europea desde el año 30. No sólo eso: la mayor parte de estas nuevas viviendas se financiaron con dinero procedente del exterior, asegurando así que la crisis inmobiliaria ibérica estaba entonces muy ligada a la crisis financiera internacional.

El estudio, que entre otras cosas tuvo que basarse en información extraída de la prensa ya que no existen estadísticas oficiales sobre este fenómeno en el país de Juan Carlos, llegó entonces a la conclusión de que la corrupción urbanística afecta sobre todo "a los municipios donde se ha desarrollado". concebida en torno al aumento de la propiedad inmobiliaria, ya sea de carácter residencial, turístico o mixto". En cuanto a las partes involucradas, el veredicto es bastante bipartidista: en las tres cuartas partes de los casos fueron los dos partidos mayoritarios quienes se repartieron el pastel de la malversación, el Partido Popular del actual presidente Rajoy (44 % de los casos) y el Partido socialista obrero español (PSOE, 31 %), mientras que la parte restante se otorgó a entidades menores o locales.

Finalmente, el estudio del Ministerio de Educación y Ciencia se pregunta por qué se cometió este estrago. La explicación es el interés de cierta parte de la clase dominante en aumentar la renta diferencial de una propiedad de suelo urbanizándola y por tanto capitalizándola. Interés que involucró principalmente a los propios alcaldes, a través de la fenómeno conocido como “caciquismo”, es decir, alcaldes “caciques”, propio de principios de siglo y que había visto a los primeros ciudadanos convertirse en señores feudales, tomando decisiones autónomas y muchas veces discrecionales también en cuestiones de propiedad de la tierra y tierras públicas.

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