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España y Austria, avances "creativos" para Sánchez y Kurz

Los dos ganadores de las respectivas elecciones tuvieron que optar por un compromiso para formar gobierno: el socialista ha llegado finalmente a un acuerdo con Unidas Podemos, mientras que el jovencísimo canciller se alía sorpresivamente con los Verdes, desplazando el centro de gravedad a la izquierda

España y Austria, avances "creativos" para Sánchez y Kurz

Cambio político que se avecina en España y Austria. El país ibérico, donde ha votado 4 veces en los últimos 4 añosfinalmente encontraron una salida: los socialistas de Pedro Sánchez, que ya habían ganado las elecciones de abril pero no habían logrado formar una mayoría de gobierno, salieron algo debilitados de la sesión de noviembre pasado pero por otro lado convencieron a Unidas Podemos, el partido de Pablo Iglesias, para formar un Ejecutivo de centroizquierda, evitando las enésimas elecciones anticipadas que no habrían hecho más que consolidar la remontada de la derecha, en especial la xenófoba y "salviniana" de Vox.

El acuerdo ya se había alcanzado hace unas semanas, pero para obtener la confianza (que se votará el martes) aún faltaba la certeza aritmética, que llegó el 2 de enero cuando el partido Erc, Esquerra Republicana de Catalunya ), decidió abstenerse de votar para el nombramiento del presidente del Gobierno: su no participación en la moción de confianza de la Cámara de Diputados permitirá, por tanto, que Pedro Sánchez asuma el cargo el próximo 7 de enero.

La decisión de ERC, aprobada con el 96,4% de las preferencias del consejo nacional del partido, permitirá la investidura del líder del PSOE, partido líder en las elecciones españolas del pasado 10 de noviembre con el 28% de los votos. No obstante, el acuerdo entre ERC y el PSOE contempla la constitución, en el plazo de cinco días desde la toma de posesión de Sánchez, de un mesa de negociación "sobre el conflicto político en Cataluña entre el Gobierno central y la Generalitat". Así se va el gobierno, pero con la espada de Damocles de la patata caliente catalana.

Aún más innovador es el acuerdo alcanzado en Austria, donde tres meses después de la votación se llegó a un acuerdo para el nuevo gobierno: seguirá siendo dirigido por el líder popular Sebastian Kurz, triunfante con más del 37% de los votos, pero con un aliado diferente al populista de derecha Fpö. Esta vez, y no sin sorpresa, el joven político de centroderecha ha optado por virar un poco a la izquierda, al menos en los temas medioambientales que están en el centro de todas las agendas internacionales: se alía así con los Verdes de Werner Kogler, fuerte en un 13,9% en las urnas.

Es un cambio de rumbo abrupto para Kurz, que abandona a los socios del ejecutivo anterior, el populista de derecha Fpö, arrollado y penalizado en las encuestas por el Ibizagate y otros escándalos menores, para aliarse con un partido ecologista de izquierdas con el que los puntos de contacto no parecían muchos, al menos inicialmente. La enésima demostración del pragmatismo camaleónico de la joven canciller -de 33 años- que recupera así el "cetro" de jefe de Gobierno más joven de Europa.

Desde un punto de vista puramente matemático la alianza tiene los numeros para durar: juntos, el Övp y los Verdes tienen 97 escaños de un total de 183 en el Parlamento. Es más complejo para los dos partidos compartir el programa de gobierno, cuyos detalles se ilustraron en la tarde; lo que también explica las negociaciones largas y "no fáciles", como declaró el propio Kurz al anunciar el acuerdo. Pero "es posible proteger las fronteras y el medio ambiente", truncó el joven líder, resumiendo la clave del acuerdo con una suerte de eslogan.

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