La economía española da tímidos signos de optimismo, pero las incertidumbres de la situación italiana, tras el anuncio de la renuncia de Mario Monti, riesgo de desencadenar un efecto de contagio en el país. Así lo aseguró el ministro de Economía español, Luis de Guindos, quien también mantuvo las puertas abiertas a la posibilidad de una solicitud de ayuda del Gobierno al Banco Central Europeo afirmando que "es un instrumento que el Gobierno español está tomando en consideración y tomaremos la mejor decisión para España”.
De Guindos luego anunció las estimaciones del PIB de España para el año en curso: la contracción, prevista entre el 1,3 % y el 1.4 %, debería ser, por tanto, inferior a las estimaciones iniciales, que se situó en torno al -1,5%. En cualquier caso, según el ministro, el cuarto trimestre promete ser el más difícil del año.