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SOS para la laguna de Orbetello: las algas que se desarrollan con el calor sofocan a los peces

Los pescadores de Orbetello lanzan un grito de alarma: ya se han recogido 600 toneladas de algas pero quedan otras 50.000. Es necesaria la excavación de los canalones y medios adecuados para la recogida: ahora solo quedan dos obsoletos, harían falta al menos 6. El Baluarte Slow Food para proteger una tradición histórica

SOS para la laguna de Orbetello: las algas que se desarrollan con el calor sofocan a los peces

Los peces de la Laguna de Orbetello se están asfixiando por las algas que se desarrollan con el calor del verano cuando la temperatura del agua supera los 28 grados y sobre todo con las altas temperaturas de estos días. Desde abril, los pescadores han recogido 600 toneladas, una pequeña parte de las 50 estimadas que hay.

En la Laguna de Orbetello la pesca tiene una larga historia y es unactividad fundamental para la economía de la zona; La lubina, el besugo, el salmonete, las anguilas, calcinelli, gambas, las hembras son las especies más comunes y Los pescadores siempre han utilizado métodos tradicionales de captura., Como el trabajador, el martillo y el trasmallo. Modernizadas con el tiempo, estas técnicas mantener sus características de sostenibilidad: el pez, de hecho, llega espontáneamente, según la temporada y las mareas, sin el uso de cebos.

El trabajador, una barrera antes de madera y ahora mecanizada, se coloca en correspondencia con los canales que permiten el intercambio de agua entre la laguna y el mar abierto. El pez trabajador aprovecha la marea alta: la entrada de agua del mar en la laguna atrae a los bancos de peces hacia la presa y los canaliza hacia una serie de cámaras de "engaño" que los conducen a la "caja de captura", donde el El pescado aún vivo y en el agua se selecciona por tamaño y, según el caso, se iza con redes o se suelta. En algunas temporadas, además de la marea alta, es el instinto reproductivo el que empuja a los peces hacia la salida de la laguna. Se deja pasar a los ejemplares más maduros sexualmente para que lleguen al mar de la costa a reproducirse: desde aquí, los ejemplares jóvenes, gracias a la marea baja, podrán volver a la laguna. Todas las especies de peces de la laguna se pescan tanto con arrastre como con trasmallo, una red de enmalle fija formada por tres capas de malla, utilizada principalmente en verano y en los meses de noviembre, diciembre y enero.

los martillos mientras que las nasas son más selectivas: posicionadas dentro de la laguna, solo capturan anguilas, hembras (cangrejos de invierno), langostinos y blenios. En invierno, los martavelli, con su típica red en forma de embudo con cámara final, se insertan en "estructuras de engaño" hechas con redes, juncos y postes. En verano se colocan en estructuras menos complicadas llamadas "crocioni" y también se pueden mover a diario.

Pero todo este patrimonio se ve hoy socavado por una excepcional proliferación de algas que amenaza no solo el ecoambiente de la laguna sino también el trabajo de los pescadores.

“El medio ambiente y la pesca están íntimamente relacionados: si uno no está protegido, el otro también sufre. La laguna sufre desde hace años y, en consecuencia, la pesca ha tenido un descenso exponencial: en verano ahora pescamos poco o nada”, explica Pier Luigi Piro, presidente de la Cooperativa I Pescatori di Orbetello, que cuenta con 44 miembros, 38 empleados temporales y 15 empleados permanentes. El problema fue discutido en una reunión en la sede de los pescadores de Orbetello entre Confcooperative, Fedagripesca Toscana y la Región Toscana.

Sobre la mesa, en primer lugar, el estado de salud de la laguna: no es el desastre ambiental que se produjo en 2015, pero la situación de las algas no se ha resuelto y se repite todos los años. "Y' necesario excavar los canalones, y necesitamos vehículos adecuados para la recogida: ahora tenemos dos obsoletos, necesitaríamos al menos 6 más ligeros y dinámicos”, subraya Piro.

Además de la situación específica de la laguna, los operadores toscanos del sector -unas 600 embarcaciones y 2.000 empleados, incluidas industrias afines- piden una planificación regional de las actividades en el mar y los espacios marítimos, para identificar áreas de pesca y acuicultura, planes de gestión compartida para la pesca profesional y para las áreas protegidas, la distribución de los recursos comunitarios no sólo en función del tamaño de la flotilla que opera en las regiones individuales, sino también en función de las medidas de protección marina establecidas.

La laguna de Orbetello sí cubre unos 27 kilómetros cuadrados: una inmensa masa de agua que alguna vez estuvo regulada únicamente por la naturaleza y hoy sujeta a una presión antrópica que hace que su manejo sea cada vez más complejo.

Desafortunadamente, la actividad de los pescadores es cada vez más difícil debido a las calamidades cíclicas (con efectos desastrosos sobre la fauna marina) causadas por un manejo poco atento y respetuoso de este ecosistema extremadamente delicado.

Slow Food también ha intervenido registrando la pesca en la laguna entre los Baluarte Slow Foodel objetivo de intentar invertir el rumbo con el fin de que los pescadores -implicados por primera vez en la gestión de la laguna- se comprometan a mejorar la situación ambiental de la laguna, solicitando y monitorizando las intervenciones necesarias para su recuperación y para su mantenimiento en buen estado de salud.

El Baluarte protege una tradición histórica (de pesca y elaboración), centrándose exclusivamente en las técnicas tradicionales y el pescado salvaje: lubinas, salmonetes, anguilas, calcinelli, gambas, hembras.

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