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Senado: omita el centro-derecha, eje Lega-M5S

Salvini rompe la alianza de centro-derecha en el Senado votando a Bernini de Berlusconi para la presidencia contra la línea oficial de Forza Italia que apoya a Romani y enfureciendo a Berlusconi que considera al líder de la Liga "un traidor" dispuesto a apoyar a un presidente de el representante a la Cámara del M5S con quien intentar luego hacer el gobierno.

Senado: omita el centro-derecha, eje Lega-M5S

Doble humo negro ayer en la Cámara y el Senado para la elección de los presidentes de las dos ramas del Parlamento pero el viernes 23 podría pasar a la historia como el de la tumba del centroderecha. Silvio Berlusconi y Matteo Salvini, que está listo para votar por un representante del Cinco Estrellas para la presidencia de la Cámara, están en harapos. Y las próximas horas pueden ser decisivas.

El casus belli, que se venía gestando desde hace días, fue el desgarro de la Liga con la decisión de votar a la prozista Anna Maria Bernini para la presidencia del Senado, desautorizando así la línea de Berlusconi, que insiste en la candidatura de Paolo Romani, y en cambio apoyando a Luigi Di Maio, el líder de Five Stars que está dispuesto a votar por un hombre forzado en Palazza Madama pero no por Romani porque fue condenado por malversación de fondos en primera instancia.

Tras la votación de la Liga Norte, Bernini se retiró diciendo que no podía aceptar unas elecciones en el Palazzo Madama sin los votos de Forza Italia, pero Berlusconi se enfureció contra Salvini y declaró que "la alianza con la Liga ha terminado: nuestro candidato a la El Senado sigue siendo romaní”. Entonces Berlusconi aumentó la dosis llamando a Salvini "traidor" y adelantando que Forza Italia "pasa a la oposición" del futuro gobierno de la M5S-Liga que se está gestando.

Durante la noche los pontieri de ambos bandos se pusieron manos a la obra para recomponer la alianza de centro-derecha pero, en el estado actual y salvo sorpresas en la votación que se reanuda hoy, el compromiso parece muy difícil, el ajuste de cuentas está cerca y todo puede pasar. con efectos no sólo en las presidencias de las dos cámaras sino también en el futuro gobierno.

Lo cierto es que el desenlace de ayer tras el desdoblamiento de la Liga en el centroderecha, apunta a un acuerdo cada vez más estrecho entre Salvini y Di Maio que podría llevar por primera vez a un grillino al frente de la Cámara (en la pole position hay Riccardo Fraccaro) pero sobre todo allanando el camino, si Quirinale lo permite, para un gobierno neopopulista M5S-Lega. Salvo que el Pd entre en la cancha a volcar las cartas y pueda hacer de aguja de la balanza aunque siga apareciendo aturdido por el golpe electoral y las inútiles divisiones post-votación.

Sobre el papel, la Lega y Cinque Stelle tienen los números (170 senadores en total, de los cuales 58 de la Lega y 112 del M5S) para leer por sí mismos al nuevo presidente del Palazzo Madama y, de ser así, la carrera por el gobierno de los dos populismos se volverá imparable. Salvo nuevas sorpresas.

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