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Sapelli: "Renzi en Argentina, el fin del peronismo es una gran oportunidad para Italia"

Miércoles 16 de febrero Matteo Renzi será el primer primer ministro europeo en visitar al recién electo presidente argentino Mauricio Macri - El análisis de Giulio Sapelli, un gran experto en América del Sur: "Renzi y Macri son menos parecidos de lo que uno podría pensar, pero el punto de inflexión en el evento internacional de política en Buenos Aires podría ser una gran oportunidad para Italia”.

Sapelli: "Renzi en Argentina, el fin del peronismo es una gran oportunidad para Italia"

“Hice mi primer viaje a la Argentina en 1983: en las fábricas de ingeniería, y no solo en las vinculadas a empresas italianas, había una foto de Giulio Andreotti, el entonces primer ministro italiano”. el cuento de Giulio Sapelli, profesor de Historia Económica en la Universidad de Milán y vinculado a Argentina a través de diversas experiencias de estudio, da una idea de cuán fuerte es el vínculo cultural y empresarial entre Italia y la segunda economía más grande de América del Sur, hogar de casi un millón de personas de origen italiano.

Próximo miércoles Matteo Renzi será el primer primer ministro europeo en visitar al recién electo presidente argentino Mauricio Macri, y sobre la mesa del encuentro no solo habrá amistad histórica y cercanía cultural, sino diversos temas políticos y económicos. "A partir de ese episodio - continúa Sapelli - entendí que nuestra mecánica era vista como una excelencia de clase mundial, incluso más que la alemana". Y así sigue hoy, con la presencia de muchos grupos italianos que ahora podrán disfrutar de nuevas oportunidades con la reapertura de Macri a los mercados. “Macri está acabando con el estatismo peronista que ha destrozado el país: es cierto que lo está haciendo con decretos, saltándose el debate parlamentario, pero lamentablemente es necesario porque no tiene una mayoría tan fuerte”.

El recurso a los decretos es sin duda un punto de contacto con los métodos de actuación del gobierno de Renzi, así como la fuerte propensión a la comunicación en las redes sociales, sobre todo Twitter (Macri también tiene un perfil de Instagram muy actualizado, seguido por más de la mitad un millón de personas), pero según Sapelli no hay mucho más que vincule a los dos líderes: “Son dos figuras que han sabido interpretar formas personales del partido: el primero, Renzi, personalizando un partido ya existente; el segundo, Macri, refundando la derecha liberal argentina. Por lo demás, sin embargo, poco tienen en común: el nuevo inquilino de la Casa Rosada pertenece a la clase alta y políticamente es un liberal al estilo americano, mientras que Renzi tiene orígenes provincianos y es democratacristiano”.

Esto no impedirá que hablen, permitiendo que Argentina inicie una nueva fase de su política internacional, rompiendo el aislamiento que quería Cristina Kirchner: “El populismo ha fracasado, basta ver cómo se reduce Venezuela, cuya experiencia ha sido el verdadero mal del continente en la última década. En cambio, miren cómo crecen los países que no han participado de este aislamiento político y económico, como Perú, Colombia o el mismo Ecuador de Correa. Ahora Buenos Aires quiere volver a estar en línea con los mercados y con el Fondo Monetario Internacional”.

Las oportunidades para las empresas italianas no faltan y Sapelli las analiza así: “No creo que Renzi y Macri hablen mucho de energía: una vez estuvo Eni en Argentina, que ahora ya no se enfoca en Sudamérica. Yo vería mejor un fortalecimiento de la posición de Finmeccanica: hay un ejército que rearmar y sobre todo un sistema ferroviario que reconstruir. Hubiera sido ideal para Ansaldo, si no se hubiera vendido a la japonesa Hitachi con una transacción negativa en mi opinión”. Y Operadores de ¿Italia? “Telecom -según el economista de la Universidad Estatal de Milán- es una metáfora hermosa: hace años, cuando yo era consultor de ellos en Baires, compartíamos el mercado de la capital argentina al 50% con Telecom France. Ahora creo que puedo decir que todo está en manos francesas…”.

El punto de inflexión macrista, que de cara a la visita de Renzi podría significar mucho para Italia, está siendo muy discutido en casa. El cambio peso-dolar gratis (hoy un dólar vale 14,5 pesos, el euro roza los 16) puso fin al mercado negro paralelo y fue visto con buenos ojos por los mercados internacionales, pero provocó una devaluación de la moneda argentina y la consiguiente pérdida del poder de compra para los ciudadanos. El diario Clarín, que apoyó a Macri en la campaña electoral, reveló que la leche y los lácteos aumentaron un 40%, la carne un 70%, las frutas y verduras un 60%. Según algunos estudios, en los últimos dos meses la pérdida de poder adquisitivo de los argentinos ronda el 10% también por la supresión de los precios controlados que quiere Cristina Kirchner, que afectó principalmente a la tarifas de energía, ahora repentinamente subieron un 500%. No solo es esto: el recorte del gasto público ha provocado 24 despidos, por lo que está previsto un maxi paro nacional para el 24 de febrero. “La devaluación del peso era necesaria –explica Sapelli– y en cuanto a los despidos no se trata del personal efectivo de la administración pública, sino de las contrataciones que pretendía el gobierno anterior para satisfacer las protestas de los piqueteros (muy fuertes movimientos de protesta en Argentina, ed). Eso es bienestarismo, no socialismo. Macri hizo muy bien en marcar un quiebre”.

Rompiendo ese partido mayoritario Cambiemos quiso llevar simbólicamente en los propios billetes: ahora ya no se representa el rostro de Evita Perón o el de las Malvinas, sino los animales de la fauna típica argentina: guanacos, cóndores, ballenas. Noticias muchas veces consideradas impopulares, como que los partidos de los cinco grandes clubes de fútbol (Boca, River, Independiente, Racing y San Lorenzo) ahora serán transmitidos de pago, y además en canales privados también vinculados al grupo editorial Clarín. , muy cerca de Macri. Sin embargo, el conflicto de intereses no es una prioridad: "Para Argentina -dice Sapelli- y para toda Sudamérica se abre una nueva temporada, la de las buenas relaciones con Estados Unidos". Es precisamente con EE.UU. que el nuevo gobierno está trabajando, "de manera competente y diferente al enfoque amateur del kirchnerismo", para resolver el asunto de la Fondos Buitre, por el cual se ofrecieron 6,5 millones de dólares a los fondos de cobertura estadounidenses en concepto de compensación.

También en el frente italiano, 14 años después del default argentino, el Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas de la República Argentina y el Task Force Argentina (Tfa) han llegado a un acuerdo para resolver la emisión de bonos. La disputa basada en el tratado bilateral Italia-Argentina en el arbitraje ante el Tribunal CIADI del Banco Mundial verá ahora la concesión de daños y perjuicios por violación de los derechos del derecho internacional de aproximadamente 50.000 tenedores de bonos minoristas italianos, tenedores de aproximadamente 900 millones de euros de bonos argentinos por defecto. Incluso en las relaciones con Vaticano, según el experto economista de América del Sur, "las cosas deberían mejorar". Kirchner había participado, en 2013, en la inauguración de Francisco, pero la relación siempre se ha mantenido fría. La actual vicepresidenta, sin embargo, la demócrata cristiana Gabriela Michetti, es muy cercana a Bergoglio y en su casa es conocida desde hace años por apoyar una batalla contra los matrimonios entre personas del mismo sexo.

“El próximo desafío internacional de Macri –concluye Sapelli– es una fuerte alianza con Brasil, que más allá de los escándalos de corrupción -en mi opinión ingeniosamente ensamblados por gran estadounidense, fue bien dirigida por Dilma Rousseff. Brasil es un imperio y Argentina no puede ignorarlo”. Quizás, dadas las difíciles relaciones de los últimos años, Buenos Aires incluso pueda ayudar a Brasilia a forjar mejores relaciones con Washington. “El ocupante de la Casa Blanca cambiará para 2016: estoy en el frente demócrata apoyando Bernie Sanders, un socialista a la antigua, como a mí me gusta, que creo que bien podría triunfar. Hillary no es del agrado del electorado femenino y tampoco de los jóvenes. Y si Sanders desafiara a Trump en las elecciones, sin duda ganaría. En ese momento, sin embargo, no sé si el establecimiento (que apoya abrumadoramente a Hillary Clinton, ed) lo permitiría…”.

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