El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, exigió "lealtad" al exdirector del FBI, James Comey, pidiéndole que "deje ir", es decir, que encubra, la investigación sobre Michael Flynn, el exasesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, luego obligado a dimitir debido al Russiagate. Esto es lo que se desprende del testimonio escrito difundido ayer y que el propio Comey (despedido por Trump tras este episodio) leerá hoy ante los miembros de la Comisión de Inteligencia del Senado, la que investiga una posible injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales de EE.UU. del pasado noviembre. y sobre una posible colusión entre la campaña de Trump y funcionarios rusos.
Del texto surge otra petición que hizo Donald Trump a Comey: "salir del armario" públicamente, diciendo que el presidente "no estaba personalmente bajo investigación". Comey respondió diciendo que envió esta solicitud al Departamento de Justicia. “Necesito lealtad. Espero lealtad”, le dijo Trump. Según el testimonio, Comey no se movió, habló ni cambió su expresión facial "durante el incómodo silencio que siguió".
En definitiva, una revelación explosiva, que podría desencadenar la destitución del Presidente. Aún así, Trump “se siente total y completamente exonerado” por el testimonio de Comey. Así lo aseguró su abogado, Marc Kasowitz, subrayando que el presidente "está ansioso por seguir adelante con su agenda" y que Comey confirmó que le había dicho a Trump que no estaba bajo investigación. No se menciona, en la nota del abogado, el hecho de que Comey también informó que el presidente le había pedido que cerrara la investigación.
Justo ayer, Trump nominó El sucesor de Comey al frente del FBI.
