"Le pido al banco central y al gobierno que tomen medidas severas para deshacerse de la especulación". Estas son las contundentes palabras del presidente ruso Vladimir Putin, en el habitual discurso anual a la selección, que celebra por 15ª vez (los muchos años en el poder de Putin). La prioridad de Putin, tras las tensiones en Crimea y por el petróleo, parece haber pasado, pues, a la estabilidad del rublo, que apenas ayer registró un importante repunte tras el desplome del 6% registrado el 1 de diciembre, que había obligado al Banco Central a volver a el rescate de la moneda, gastando $ 700 millones para detener las pérdidas.
Minutos antes del discurso de Putin, el Banco Central de Elvira Nabiullina ya había hecho saber que estaba "siguiendo la situación" y que estaba dispuesto a intervenir sin limitaciones para apoyar la moneda rusa, que hoy vale 0,015 euros (66,1 rublos por un euro y casi 54 por un dólar).