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Roma 1849: el redescubrimiento digital del primer reportaje bélico

Las enciclopedias -empezando por wikipedia- nos cuentan que el primer informe de guerra fue el realizado por el inglés Roger Fenton en 1855 para contar la historia de la Guerra de Crimea que se libró entre 1853 y 1856. En realidad, no es así.

Roma 1849: el redescubrimiento digital del primer reportaje bélico

Hace varios años, se encontraron por casualidad en la Biblioteca de Historia Moderna y Contemporánea de Roma un cierto número de fotografías muy antiguas. Tras una serie de búsquedas, se descubrió que se trataba de imágenes tomadas por el pintor-fotógrafo milanés Stefano Lecchi durante el verano de 1849. En ese momento se encontraba en Roma y realizó una serie de fotografías en los lugares donde -poco antes- Garibaldi y otros patriotas de toda Italia habían defendido la República romana del ejército francés enviado por Napoleón III para restaurar el poder papal. 

Stefano Lecchi, sin saberlo, había hecho el primer informe de guerra, aprovechando las posibilidades de su época. La fotografía acababa de nacer, el equipo era difícil de maniobrar: voluminoso y estático. Una situación operativa que no permitía –como hoy– fijar los hechos (las batallas) en el momento mismo de su ocurrencia, por lo que Lecchi se concentró en los lugares donde previamente habían ocurrido los enfrentamientos, tratando así de organizar una post-historia de los mismos. batalla a través de sus imágenes. 

Las técnicas de reproducibilidad también estaban en sus inicios. Tras la fase inicial del "daguerrotipo", el problema era que esta nueva técnica revolucionaria permitía, eso sí, obtener una imagen única, irreproducible. Los artesanos fotográficos de la época inmediatamente comenzaron a experimentar con nuevas técnicas en un intento por lograr la reproducibilidad. Y entre estos pioneros también se encontraba Stefano Lecchi que poco tiempo después comenzó a utilizar otra técnica conocida como "calotipo" que permitía la reproducción de múltiples copias positivas a partir de una única imagen negativa. 

Alrededor de un siglo y medio después, como ya se mencionó, se encontró en la Biblioteca de historia moderna y contemporánea la obra de Stefano Lecchi: 41 fotografías (en forma de "papeles salados con bromuro de yodo" según la fórmula del "calotipo" desarrollada por el fotógrafo) que junto con otras imágenes, también de Lecchi, redescubiertas en cambio en el Getty Research Institute, se han convertido en la base de un proyecto expositivo digital “Roma 1849: Stefano Lecchi, el primer reportaje de guerra”, inaugurado el pasado 12 de diciembre. 

La plataforma online utilizada es la de MOVIO, un "kit" para la creación de exposiciones virtuales creado por el Ministerio de Bienes y Actividades Culturales con el objetivo de poner en valor sobre todo bienes culturales menos conocidos o incluso, por toda una serie de circunstancias, hasta ahora permanecía “invisible”. La exposición digital(www.movio.beniculturali.it/bsmc/stefanolecchi/it/62/mostra-digitale), bajo el epígrafe "archivo", permite visualizar todas las imágenes tomadas por Lecchi durante aquel verano de guerra en Roma de 1849. Cada imagen corresponde a un archivo con información técnica sobre la fotografía, descripción precisa del tema reproducido y bibliografía las citas siempre se refieren al tema.

En la apuesta filológica que ha hecho posible el redescubrimiento de las imágenes y su valorización y difusión, merece una mención especial el resultado obtenido gracias al trabajo de digitalización. El escaneo preciso de los "papeles salados" ha permitido un resultado importante: el descubrimiento de "nuevas historias" en las imágenes individuales a través de la aparición, a través de detalles digitales, de características que antes estaban "ocultas" o difíciles de leer. Aparecieron así elementos arquitectónicos no legibles a simple vista en el fondo, objetos confusos en el paisaje como el carro de un cañón presente en una fotografía de Villa Savorelli, o varias figuras humanas que en la reproducción original eran casi invisibles como la joven vistió con sofisticación la imagen "Batería en las murallas aurelianas". Muy interesante entonces la aparición de un escrito en la pared de la imagen "Antica Osteria Cucina", donde, gracias a la copia digital, vuelve a ser legible el artículo 5 del Preámbulo de la Constitución francesa de 1848.

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