comparte

Rocketman, la historia de Elton John se sostiene pero no emociona

El biopic sobre Elton John, presentado en Cannes, parece más bien orientado a recuperar la imagen de la estrella del rock – Buena música, pero nada que ver con Bohemian Rhapsody

Rocketman, la historia de Elton John se sostiene pero no emociona

Vida privada y pública, el auge y el éxito mundial de Elton John, un mito del pop rock de los 70: esta es la película que proyectamos esta semana. Se trata de Rocketman (título tomado de una célebre canción) que narra su historia personal de manera autobiográfica, a partir de la dificilísima relación con sus padres, como siempre en el centro de todos los grandes acontecimientos humanos. 

Se puede decir, en broma, que Elton John cantó e interpretó la película él solo y, de hecho, también es productor ejecutivo y supervisor de guión.

Comienza con la escena de una sesión de psicoanálisis en la que el protagonista reconstruye su pasado a partir de las primeras notas tocadas en el piano familiar en contraste con un padre ausente, frío, cínico y desapegado que es el origen de muchas vicisitudes problemáticas de Elton. Una figura que, evidentemente, ha marcado profundamente su existencia, por no hablar de su madre. Todo enmarcado en la ambientación clásica del género musical: narraciones coreografiadas en la vena más propia del musical, ya vistas muchas veces en la gran pantalla.

El recuerdo corre fácil a grandes títulos del pasado, a las evocadoras imágenes de los grandes momentos del baile callejero. Mencionamos solo algunos que, a nuestro juicio, han entrado en la historia del cine: desde los legendarios Jesucristo superestrella del '73 y Cabello del '79, el insuperable Blues Brothers de John Landis, finalizando con los recientes la la tierra y el ultimo increible Rapsodia bohemia. Tenga en cuenta que la dirección de Rocketman está firmada por Dexter Fletcher, el mismo director que rodó una parte de la película sobre Freddie Mercury, aunque oficialmente figura Bryan Singer. 

Esta autobiografía cinematográfica de Elton John parece estar enteramente encaminada a justificar, compartir y sanar un pasado turbulento ligado a sus experiencias de adicción a las drogas y al alcohol y, como era de esperar, su salida de ese mundo se subraya en los créditos finales y su compromiso actual en favor de las víctimas de enfermedades contagiosas. Además, gran parte de la película se centra en su vida privada en cuanto a la familia primero y luego las personalidades íntimas y privadas que lo llevaron a casarse con su actual pareja con quien tuvieron dos hijos en adopción. 

La película aguanta, gana aplausos en Cannes pero no convence tanto. El contraste entre los asuntos privados y los musicales es demasiado fuerte hasta el punto de dificultar la comprensión de qué relación puede existir entre ambos mundos. La película parece volcarse más al lado biopic que al musical, donde también se capturan momentos interesantes. 

Pero nada que ver, para quedarnos en términos de comparación, con lo que vimos recientemente con la película sobre Queen y su líder que también tuvieron algunos problemas familiares y privados. La diferencia es esencialmente que Bohemian Rhapsody emociona e involucra, Rocketman, en cambio, induce más a la reflexión donde la música parece más una guarnición que la esencia misma de la película.

Todo ello, sin embargo, no resta valor a la importancia, al extraordinario peso que han tenido sus canciones en la historia de la música contemporánea. El escritor vivió esos años y recuerda muy bien cuánta pasión, cuánta participación, cuántas emociones suscitaron aquellas notas. Rocketman nos retrotrae a ese período pero no nos devuelve la misma intensidad. Dicho esto, siempre estamos hablando de un icono del rock y, aunque solo sea por eso, merece la pena el coste de la entrada.

Revisión