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Reforma de Pensiones: la última idea es el "préstamo de empresa" de 800 euros.

El Gobierno estudia la posibilidad de que las empresas paguen el préstamo de la pensión: los trabajadores recibirían unos 800 euros al mes en los últimos años antes de jubilarse, pero luego tendrían que devolver el crédito con una reducción de la prestación de la Seguridad Social.

Reforma de Pensiones: la última idea es el "préstamo de empresa" de 800 euros.

Quienes estén próximos a jubilarse podrían jubilarse anticipadamente y recibir un préstamo de alrededor de 800 euros cada mes hasta que se cumplan los requisitos para la obtención del cheque real de seguridad social. En ese momento, a través del INPS, debería devolver la cantidad recibida en cuotas a título de crédito en los dos o tres años anteriores, por lo que su pensión se reduciría mensualmente en una cantidad fija. Esta es la fórmula básica de los llamados préstamo de pensión, una hipótesis que lleva varios meses sobre la mesa el Gobierno para introducir una mayor flexibilidad en cuanto a la salida. Sin embargo, los técnicos de Hacienda están trabajando en una novedad sustancial: pagar el préstamo no sería el Estado, sino la empresa, que debe pagar también las contribuciones que faltan del trabajador (con el objetivo de incrementar la rotación, rejuvenecer la plantilla).

En serio, la nueva reforma de pensiones que el Ejecutivo pretende poner en marcha con la Ley de Estabilidad de 2016 -prevista en el Parlamento a mediados de octubre- no tendría un impacto negativo en las finanzas públicas ni siquiera a corto plazo, asegurando a Bruselas que no es probable que el déficit del PIB italiano supere el techo del 3 por ciento. 

Al mismo tiempo, el Gobierno encontraría la forma de cumplir la promesa reiteradamente reafirmada en los últimos meses por el Ministro de Trabajo, Giuliano Poletti, y por el propio Premier: "Si una mujer a los 61, 62 o 63 años quiere jubilarse dos o tres años antes, renunciando a 20-30-40 euros para disfrutar del nieto -dijo la Premier el pasado mes de mayo-, en lugar de tener que pagar 600 euros a la niñera, habrá que buscar la manera de que, siempre con atención al dinero, uno puede permitirse que esta abuela vaya a disfrutar de su nieto”.  

El préstamo de pensión pagado por las empresas sería, por lo tanto, un compromiso útil para lograr los objetivos de Palazzo Chigi sin incurrir en vetos de Hacienda. Por otro lado, empresas y trabajadores estarían llamados a buscar acuerdos que podrían resultar difíciles: la nueva medida implica de hecho una intervención mínima por parte del Estado, pero el costo sería alto tanto para las empresas como para los trabajadores

Según una simulación de la agencia Ansa, una persona que deja el trabajo dos años antes y recibe un préstamo de 800 euros al mes llegará a la jubilación con una deuda de 20.800 euros con la empresa; para devolver lo adeudado, el trabajador deberá pagar a la empresa unos 1.400 euros anuales durante los próximos 15 años, o poco más de 100 euros al mes sobre una pensión de mil euros.  

El primero en sugerir la idea del préstamo de pensión (pero en ese caso a cargo del Estado) había sido Enrico Giovannini, exministro de Trabajo en el gobierno de Letta y presidente de Istat antes: “Es una solución dirigida a los trabajadores que están muy cerca de irse – explicó el exministro en marzo una entrevista con el diario La Stampa –, que pueden dejar de trabajar al no percibir una pensión anticipada, sino un anticipo de 7-800 euros mensuales durante un periodo de dos o tres años sobre la futura pensión a la que tendrán derecho. Los cuales reembolsarán actuarialmente más adelante, en cuotas, antes de volver a recibir la pensión completa”. 

Ante la objeción de que los trabajadores con pensiones medias-bajas tendrían dificultades para pagar el préstamo, Giovannini llegó a “imaginar que la empresa en la que están empleados quiere contribuir, tomando parte del pago. O el Estado también puede contribuir”. El gobierno actual parece pensar lo contrario.

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