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¿Referéndum social o constitucional? Jóvenes, pobres y desempleados portadores del NO

Según el Instituto Cattaneo de Bolonia, el resultado del referéndum no dependió tanto de la reforma constitucional sino que fue un movimiento de protesta de las nuevas generaciones y estratos sociales más las dificultades hacia el Gobierno y el establishment

¿Referéndum social o constitucional? Jóvenes, pobres y desempleados portadores del NO

¿Cuáles fueron las principales razones que llevaron a los votantes a las urnas? Y, sobre todo, ¿por qué decidieron impulsar o rechazar el proyecto de revisión constitucional del gobierno de Renzi? ¿Qué estratos sociales estaban más a favor (o en contra) de la reforma? Para responder a estas preguntas, el Istituto Cattaneo analizó la distribución del voto en las secciones de Bolonia para tratar de entender si los sectores donde el malestar social es mayor han tenido un comportamiento más crítico hacia el gobierno y su reforma. Un análisis de este tipo es posible gracias a la existencia de datos sociodemográficos de la población (edad, sexo, ingresos, presencia de inmigrantes, etc.), desagregados a nivel de sección electoral única y de libre disposición por parte del municipio de Bolonia.

El problema del Partido Demócrata en los suburbios, tanto geográfico como “social”, ya había surgido con claridad en las elecciones locales de 2016: en la zona, el partido de Renzi había perdido progresivamente contacto y consenso en los estratos sociales más débiles, pertenecientes a ese “ clase media empobrecida” que analistas y comentaristas están discutiendo estos días. El referéndum constitucional del domingo supuso un nuevo laboratorio de análisis en el que comprobar si el voto a favor de la reforma -apoyado por el Partido Demócrata- ha "sufrido" más en las zonas más desfavorecidas o en dificultad de Bolonia.

El primer dato que analizamos es el relativo a la renta de los ciudadanos boloñeses: uno de los indicadores más eficaces para entender la "dificultad" social de los ciudadanos. La Figura 1 muestra la distribución porcentual del voto "no" para tres tramos de ingresos. Como puede verse, en las secciones relativamente "más pobres", el porcentaje de votos "no" alcanza el valor más alto (51,3%), mientras que desciende más de 7 puntos porcentuales en las secciones donde la renta mediana de los votantes supera los 25 euros. En definitiva, los que se oponen a la reforma (y, quizás, los más críticos con el gobierno de Renzi) se concentran más en las zonas y distritos económicamente más débiles de la ciudad.. Por el contrario, el voto a favor de la reforma de Renzi se encuentra sobre todo en los sectores "más ricos". Desde este punto de vista, la votación en el referéndum constitucional del 4 de diciembre parece haber estado guiada (también) por razones de carácter económico y social, captando el lado "político" y el sentido del voto más que el técnico-constitucional sobre los méritos de la reforma.

Otro indicador que puede utilizarse para investigar fenómenos de marginación social es el de la edad. Son sobre todo los más jóvenes, muchas veces precarios y sin garantías de futuro, los que pagan los costes más elevados de la crisis económica. Además, en vísperas del referéndum parecía que la población más joven era la más crítica o la menos convencida con la revisión constitucional impulsada por el gobierno. También en este caso, para comprobar la presencia de un vínculo entre el voto en contra de la reforma y la existencia de una forma de marginación social, hemos agregado todas las secciones electorales boloñesas en función de la mediana de edad de los votantes.

Como se puede observar en el gráfico 2, el porcentaje de votos negativos es claramente superior en los sectores más jóvenes (con una mediana de edad inferior a 45 años), alcanzando el 51,3%. Por el contrario, en las secciones caracterizadas por un electorado de mayor edad prevalece el voto a favor de la reforma (y, en consecuencia, el "no" se queda en el 44,5%). En cambio, en los tramos con mediana de edad intermedia (entre 45 y 50 años) el porcentaje de los contrarios a la reforma se sitúa en el 47,5%. Por tanto, también en este caso, la dimensión de la marginalidad social (edad) parece estar ligada al comportamiento electoral de los boloñeses. No sabemos cuánto pesó realmente la sentencia sobre el fondo de la reforma; Sin embargo parece bastante claro que el estatus social o demográfico de los votantes ha orientado en gran medida las opciones de voto en Bolonia.

Finalmente, el último indicador que tomamos en consideración para examinar la relación entre marginalidad social y comportamiento electoral se refiere al tema de la inmigración y, más concretamente, a la presencia de extranjeros en la sociedad boloñesa. En la última votación administrativa, el "miedo a la inmigración" había jugado un papel importante en el comportamiento de los votantes boloñeses (e italianos en general). La presencia de inmigrantes, muchas veces relegados a las zonas periféricas o más pobres de las ciudades, acaba siendo interpretada como el testimonio de una periferia social que se suma a la territorial.

En consecuencia, también en este caso es razonable esperar un voto negativo en el referéndum "más fuerte" en aquellas zonas de la ciudad donde la presencia de inmigrantes es más generalizada. La figura 3, agregando el porcentaje de personas extranjeras presentes en cada sección, muestra claramente que el "no" se impone (con un 51,3%) en las zonas donde la cuota de inmigrantes supera el 14%, mientras que en los tramos donde la cuota de extranjeros es inferior al 7% el voto en contra de la reforma se queda en el 44,4%..

Por lo tanto, el hecho que hemos destacado anteriormente encuentra una confirmación más: en los sectores económica o socialmente más desfavorecidos/marginados, los votantes son decididamente más "críticos" y aprovechan la oportunidad del referéndum para enviar una señal al gobierno y a toda la clase política. El referéndum constitucional se ha convertido así también en un pretexto para que los votantes "rechacen" las acciones del gobierno y den rienda suelta a su malestar económico y social.

En resumen, la votación en el referéndum constitucional del 4 de diciembre confirma la orientación de los electores a votar "en contra" del gobierno de turno, tanto en las elecciones generales (incluidas las locales) como en los referéndums. El voto se convierte en la herramienta a través de la cual los ciudadanos expresan su descontento ante una situación de crisis -económica y social- de la que aún no ven salida.

El voto contra el establishment, en oposición a la actual clase dirigente, encontró un nuevo cauce de expresión en el referéndum constitucional, transformando un juicio sobre la reforma de la Constitución en un balance de la labor del gobierno de Renzi y de la condición social de la votantes. Si toda oportunidad electoral es buena para expresar el descontento, incluso un referéndum constitucional puede convertirse fácilmente en un referéndum "social". Con los resultados que ahora conocemos.

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