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Calificación ética y de sostenibilidad para empresas: el informe de 20 expertos de la UE

El primer Informe sobre sostenibilidad financiera, elaborado por 20 expertos de la Comisión Europea entre los que se encuentra la italiana Flavia Micilotta, recomienda un cambio de paradigma en las empresas y una nueva cultura corporativa que sepa “poner la sostenibilidad en el corazón del sistema financiero” - Norma Ética asigna una calificación EE con perspectiva positiva a los bancos cooperativos italianos

Calificación ética y de sostenibilidad para empresas: el informe de 20 expertos de la UE

“Poner la sostenibilidad en el corazón del sistema financiero”. Así consta en el primer informe, recién publicado, del grupo de veinte expertos constituido en diciembre por la Comisión Europea para desarrollar una estrategia orgánica para el fomento de la financiación de las ISR (inversión socialmente responsable), es decir, basada en la sostenibilidad y la responsabilidad inversiones.

Gracias al 53 por ciento de los 23 billones de dólares de activos gestionados profesionalmente en el mundo con criterios ESG (Environmental, Social and Governance), Europa ostenta un importante récord mundial con Estados Unidos estancado en el 38 por ciento. La Comisión Europea, a través de la veintena de expertos entre los que se encuentra una italiana, Flavia Micilotta, directora de Eurosif, pretende no sólo consolidar la primacía sino sobre todo insertar esos criterios y principios en el sistema financiero de forma estable. el objetivo es que Los factores ESG se utilizan habitualmente para evaluar, gestionar y pronosticar riesgos tanto a corto como a largo plazo y también que la participación directa de los grupos de interés se convierta en un elemento central en el desarrollo estratégico y regulatorio.

El grupo de trabajo sigue la línea trazada por la Organización de Naciones Unidas que, ya en 2006, había impulsado seis príncipes, conocidos como Pri (Principios para la inversión responsable) suscrito, a lo largo de los años, por 1380 empresas del sector financiero por un total de 59 billones de activos bajo gestión (datos a finales de 2015). Son normas que se comprometen a introducir los temas ESG en los procesos de análisis e inversión, en las propias políticas y prácticas corporativas, en buscar la transparencia sobre estos factores, en promover la responsabilidad social en la industria, en cooperar en este frente y documentar las actividades y avances .

Después de todo, la mayor conciencia de los problemas de sostenibilidad es conocida por la mayoría, pero menos por los escalones superiores de las finanzas globales, y cada vez más extendida entre los consumidores y las familias que expresan una demanda más o menos latente de productos y procesos de producción sostenibles. Un cambio de paradigma que esperamos lleve a muchas empresas a adoptar una calificación ética y de sostenibilidad. Asociar hoy a su empresa con la sustentabilidad se convierte en un paso necesario para mantenerse en el mercado del futuro. Ya no es ambiciosa ni poco realista, pero, tras la crisis económica, es una necesidad real.

El sistema bancario también está naturalmente involucrado en esta transformación y también respecto a ella, la crisis ha puesto de manifiesto la necesidad de encontrar en los principios de la sostenibilidad la piedra angular para afrontar el futuro de la economía. La cooperación bancaria, fundamental para mantener tan probado el tejido productivo y empresarial, siempre y por su naturaleza ha formado parte de ese camino de sostenibilidad al fundamentar la actividad de intermediación crediticia en la vinculación con el territorio, con las comunidades locales, con la economía real. . De hecho, no es casualidad que los Bancos Populares, a pesar de las adversidades económicas de los últimos años, hayan sido un elemento fundamental para que las Pequeñas y Medianas Empresas puedan continuar con sus actividades mitigando y mitigando las repercusiones de la crisis que, de lo contrario, , sería aún más duro y más doloroso.

Norma Ética, tras un análisis de diversos aspectos relacionados tanto con el gobierno como con las políticas corporativas, encontrando una respuesta positiva y atención a las indicaciones de la UE, la OCDE y la ONU, asignadas a la calificación de nivel "EE" de los bancos populares italianos con perspectiva positiva, un nivel 2 escalones superior al promedio del sistema bancario nacional y de muchos bancos extranjeros. El reconocimiento premió la atención y respuestas brindadas en materia de derechos de los accionistas minoritarios, remuneración de los altos órganos, conflictos de interés y participación en asambleas de accionistas. Un reconocimiento también a la forma cooperativa que sigue siendo la más adecuada para mantener y potenciar el papel de banco territorial. También por ello, en la transformación de la cultura empresarial obligada, más allá de cualquier juicio moral, por la crisis, el relanzamiento de la economía real y la vuelta a tasas de empleo aceptables encontrarán un protagonista en el sistema de bancos cooperativos y en el territorio como lo demuestra su consistencia y difusión en el mundo.

**El autor es el Secretario General de Assopopolari

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