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¿Quién llega primero a Marte? El desafío de Estados Unidos y China también en el espacio

En estos días partirán dos misiones para llegar al suelo del Planeta Rojo: ambas llegarán en febrero de 2021. Para Pekín es una primicia absoluta, pero ahora se debate la primacía estadounidense en el espacio.

¿Quién llega primero a Marte? El desafío de Estados Unidos y China también en el espacio

El reto EEUU-China, tras los partidos "terrestres" de tarifas comerciales, 5G y Hong Kong, se traslada al Espacio, el de S mayúscula. Después de la Guerra Fría que llevó a Estados Unidos y Rusia a competir por la Luna, la gran rivalidad del siglo XXI sube la apuesta y aterriza en Marte. Con una tercera rueda: los Emiratos Árabes. ¿Quién llegará primero? Las noticias de estos días nos hablan de que está a punto de abrirse un nuevo, fascinante y quizás decisivo capítulo en la carrera por el Planeta Rojo. Los primeros en partir fueron los últimos en llegar, los jeques, para una misión, sin embargo, por así decirlo, "menor": la misión Al Amal se limitará a orbitar alrededor de Marte para estudiar su atmósfera.

En cambio, en los próximos días le tocará el turno primero al cohete chino "Question to Heaven" y luego al robot estadounidense "Perseverance", ambos dirigidos hacia el suelo del planeta que alcanza una distancia de 400 millones de kilómetros desde el la Tierra, y se considera el único donde se sospecha que puede haber formas de vida. Las dos misiones son, por tanto, paralelas y ambos llegarán a su destino no antes de febrero de 2021: un viaje largo, pero menos largo que otras épocas ya que en este período, que cae cada 26 meses, Marte y la Tierra están separados por la distancia más corta (desde un máximo de 400 millones de km hasta un mínimo de 56 millones de km).

Si por tanto la elección del momento es por razones astronómicas, es de jurar que la simultaneidad de las misiones desatará aún más la rivalidad entre las dos superpotencias. Estados Unidos ya ha estado en Marte varias veces (la primera allá por 1976), mientras que para Beijing, este lanzamiento es absolutamente el primero, en busca de huellas de vidas pasadas o -quién sabe- de elementos para una futura colonización. El presidente Xi Jinping tiene las ideas claras: para 2049, China debe convertirse oficialmente en una "potencia espacial". Y ya está dando grandes pasos. Por ejemplo, el año pasado la CNSA, la agencia china, fue la primera en aterrizar una nave espacial en el lado "oscuro" de la luna.

Ahora, sin embargo, el foco está puesto en el Planeta Rojo, donde ni siquiera los soviéticos habían llegado nunca: hasta ahora solo EE.UU. y Europa han tocado ese suelo tan rico en óxido de hierro, que determina su color óxido, que recientemente, el 14 de marzo 2016, lanzó a través de la Agencia Espacial Europea (ESA) el Trace Gas Orbiter (TGO) y el Schiaparelli Lander, parte de la misión ExoMars. Schiaparelli en realidad no pudo aterrizar, pero llegó a su destino de todos modos, reuniendo información invaluable. Esta vez la ESA no está en el juego, pero por otro lado hace unos días, gracias a la sonda Solar Orbiter, fotografió el sol como nunca antes, recopilando las imágenes más detalladas jamás obtenidas y descubriendo microllamaradas nunca antes observadas.

¿Quién pondrá la próxima medalla en su pecho? Incluso entre las estrellas, China está reduciendo gradualmente la brecha con los Estados Unidos, y ahora compite cada vez más con Washington por la supremacía tecnológica, en varias áreas (piense, por ejemplo, en la carrera por 5G). El próximo año, Pekín comenzará a componer su propia estación orbital, que competirá con la internacional (liderada por Estados Unidos), mientras que una empresa privada probará un cohete reutilizable, como los de Elon Musk. Alrededor de 2030 la CNSA incluso quiere traer el primer cosmonauta a la luna. Mientras tanto, se ha completado la constelación de satélites para geolocalización BeiDou, una alternativa al GPS estadounidense, fundamental para garantizar mapas precisos para civiles y militares.

¿Cómo responde América? El presidente Donald Trump intenta relanzar con Artemis, una misión que para 2024 pondrá en órbita una estación alrededor de la Luna y hará que los astronautas estadounidenses vuelvan a pisar su suelo. Italia también se unió, reduciendo la cooperación con los chinos. La carrera hacia las estrellas ha comenzado, la próxima parada es Marte.

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