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Portugal: FMI pide plan de emergencia

La relación déficit/PIB está lejos de los objetivos fijados, la deuda pública es demasiado elevada y el sistema bancario presenta debilidades preocupantes. Por ello, el FMI ha pedido a Portugal un plan de emergencia para alcanzar los objetivos y corregir la tendencia de las finanzas públicas.

Portugal: FMI pide plan de emergencia

Otro mosaico en Portugal. Tras las vicisitudes políticas vividas en 2015 y resueltas con la toma de posesión del Gobierno socialista encabezado por Antonio Costa y apoyado por los comunistas del Bloco de Esquerda, la formación política correspondiente al partido español Podemos, muchos creían que la "alarma" se había calmado.

En cambio, Lisboa vuelve a estar bajo la lupa de los organismos internacionales de control. La razón es obvia: los objetivos presupuestarios fijados para 2015 no se han alcanzado y será necesario un plan de contingencia para 2016. Así lo respalda el Fondo Monetario Internacional que, en el contexto de un informe publicado hoy, prevé una ratio déficit/PIB del 2,9% para Portugal en 2016, tras el 4,4% alcanzado en 2015, a un porcentaje de años luz de lo esperado. objetivo, fijado en el 2,7%.

Por ello, los expertos del FMI subrayaron "la necesidad de un plan de emergencia para alcanzar el objetivo de déficit de 2016, para hacer frente a los riesgos fiscales y mantener la confianza de los mercados".

Hasta la fecha, la diferencia de rendimiento entre los bonos a diez años portugueses y los Bunds alemanes es igual a 2,6 puntos porcentuales, mientras que en 2015, a pesar de la situación económica favorable, Lisboa creció solo un 1,5% y espera para este año y para 2017 un aumento de 1,4 y 1,3% respectivamente por la disminución de los impulsos derivados del consumo.

Recordamos que el pasado mes de enero los técnicos de la Troika volvieron a Lisboa, a pesar de que el plan de ayudas había finalizado en el verano de 2015. Preocupados por la evolución del déficit, la deuda pública y la debilidad del sistema bancario, los inspectores del BCE, el Fondo Monetario y la Comisión Europea se presentó en la capital portuguesa con un paquete de 18 solicitudes destinadas a consolidar las finanzas públicas.

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