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Más orgánico en la mesa italiana: es el efecto Covid

Las ventas de alimentos orgánicos en los supermercados aumentaron un 11 por ciento. Italia primer país europeo por el número de granjas orgánicas. El sector tiene un gran potencial. En 2019 importamos mercancías por 210 millones de kilos.

La emergencia del Covid ha obligado a los italianos a repensar algunos modelos de comportamiento. Sobre todo en la mesa donde se presta mucha más atención a lo que se come, se han privilegiado los alimentos naturales y las cocinas tradicionales del territorio, buscando en los cajones las recetas de la abuela.

En esta nueva conciencia alimentaria, el consumo doméstico de alimentos ecológicos ha tenido un fuerte incremento, alcanzando la cifra récord de 3,3 millones de euros gracias a un crecimiento del 4,4%. Así lo atestigua el informe "Bio en cifras 2020" presentado por Ismea en el encuentro organizado por Coldiretti para la presentación del informe anual del SINAB (Sistema Nacional de Información sobre agricultura ecológica) que registra las principales cifras del sector en Italia: mercado , superficies, productos orgánicos italianos con tendencias y tendencias históricas.

 La situación de emergencia ha consolidado una tendencia de crecimiento del sector que se prolonga desde hace más de una década. Se confirma el impulso que está dando el gran comercio minorista (GDO) al mercado ecológico, mostrando un aumento del 11% en las ventas en los supermercados durante el confinamiento. Los italianos tienden a premiar los productos orgánicos frescos con aumentos del 7,2% para las verduras y en algunas categorías específicas como los huevos que crecen un 9,7% en ventas según Ismea.

 En términos de producción, en 2019 Italia es el primer país europeo por número de explotaciones dedicadas a la agricultura ecológica donde los operadores implicados han ascendido a 80643 (+2%) mientras que también las superficies cultivadas en ecológico se han acercado a los 2 millones de hectáreas (+ 2%).

En 2019, la incidencia de la superficie ecológica en nuestro país alcanzó el 15,8% de la Superficie Agrícola Utilizada (SAU) a nivel nacional, y esto sitúa a Italia muy por encima de la media de la UE, que en 2018 fue del 8%, y la de las principales países productores como España (10,1%), Alemania (9,07%) y Francia (8,06%).

 "La agricultura orgánica representa un elemento cada vez más importante de la calidad agroalimentaria italiana", dijo el Director General de ISMEA Raffaele Borriello. Promover el uso de materias primas italianas certificadas mediante la reducción de los volúmenes de importación -precisó- también podría proporcionar un nuevo estímulo para el crecimiento del sector y contribuir al logro del objetivo del 25% del área dedicada a cultivos orgánicos, indicado en la estrategia Farm to Fork, uno de los pilares del New Green Deal. Una oportunidad que no debe perderse, considerando también el auge de la demanda de productos 100% italianos que hemos presenciado en los últimos años”.

 Además, cabe destacar el aumento de las importaciones de productos ecológicos de países extracomunitarios con un incremento global del 13,1% en cantidades totales en 2019 respecto al año anterior. Los cereales, cultivos industriales y frutas frescas y secas son las categorías de productos orgánicos más importados, con una incidencia del 30,2%, 19,5% y 17,0% respectivamente.

Las tasas de crecimiento más significativas de las importaciones orgánicas fueron para la categoría de cultivos industriales (+35,2%), cereales (16,9%) y para la categoría que incluye café, cacao, azúcares, té y especias (+22,8%).

 "Italia es uno de los principales importadores de alimentos orgánicos de países no comunitarios de donde llegaron 2019 millones de kilos en 210, de los cuales casi 1/3 de Asia", dijo el presidente de Coldiretti Ettore Prandini al precisar que "es necesario un seguimiento cuanto antes la recomendación del Tribunal de Cuentas Europeo que pide reforzar los controles sobre los productos ecológicos importados que no cumplen los mismos estándares de seguridad que los europeos.

“Es necesario intensificar las actividades de control y certificación de los productos ecológicos que entran desde países extracomunitarios, también con una mayor implicación de las autoridades aduaneras, para garantizar tanto a los consumidores finales respecto a la calidad de las producciones como la correcta competencia entre dentro y fuera de la UE”, concluye Prandini subrayando que “la liberación de productos orgánicos está sujeta no solo a controles documentales, sino también a inspecciones físicas y controles analíticos”.

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