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Pininfarina, el nombramiento de Lucia Morselli como presidenta tras el desastre del antiguo Ilva ofende la gloriosa historia de la empresa

El nombramiento de Morselli como presidente de Pininfarina ofende el sentido común. Evidentemente los accionistas de Mahindra, que controlan la empresa famosa por su diseño y sus modelos de automóviles futuristas y de vanguardia, desconocen la verdadera historia de la familia que durante muchos años, antes de ser diezmada por las tragedias, dirigió a Pininfarina con una visión olivetiana muy conocida. a los italianos

Pininfarina, el nombramiento de Lucia Morselli como presidenta tras el desastre del antiguo Ilva ofende la gloriosa historia de la empresa

No hay límite para lo peor y cuesta creer que un directivo como Lucía Morselli, que ha compaginado más de un desastre en su carrera y que hace apenas unos meses estuvo cerca del fracaso deex Ilva, se convirtió en presidente de Pininfarina, glorioso icono del diseño Hecho en Italia. El nombramiento de Morselli sólo durará hasta el 31 de diciembre y, afortunadamente, no incluye poderes ejecutivos ni de gestión. Pero que una empresa que siempre ha tenido una impronta Olivetti, atenta a la innovación pero también a la dimensión humana de sus trabajadores, haya terminado bajo la presidencia de una gerente arrogante que, desde que dirigió la Aceros Especiales de Terni, luego en manos de ThyssenKrupp, se ganó la reputación de ser una cortadora de cabezas que lloraba por venganza.

Evidentemente Morselli tiene buenas sensaciones con los grupos indios: primero con ArcelorMittal en la acería italiana (antes Ilva) y ahora con Mahindra, que desde 2015 controla el 80% de Pininfarina, de la que la familia ya ni siquiera tiene participación. Cabe preguntarse si los nuevos accionistas, que ciertamente tienen el mérito de haber salvado a Pininfarina, conocen realmente la historia de esa familia y de esa empresa. Si la conocieran no habrían promovido un nombramiento sumamente inapropiado y que ofende el sentido común. Es cierto que el dinero no lo es todo en la vida y que, así como los Mittal perdieron la cara en Taranto, Mahindra está perdiendo su reputación en Pininfarina. Bajaron de la torre ellos y Morselli.

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