comparte

Pensiones, ¿superbonificación para quienes se quedan en el trabajo? Quién se beneficia

El Gobierno parece orientado a introducir un superbonus para incentivar a quienes han adquirido el derecho a una pensión a permanecer en el trabajo, pero la experiencia pasada revela que favorecería a los hombres, a los trabajadores de la industria y del Norte y sobre todo a los perceptores de mayores ingresos: ¿Es esto lo que quieres?

Pensiones, ¿superbonificación para quienes se quedan en el trabajo? Quién se beneficia

Incluso en materia de pensiones, el asesino siempre regresa al lugar del crimen. Hay tres propuestas circulando sobre la manipulación de la reforma Fornero, hay rumores de la introducción de un bono para ayudar a las personas a permanecer en el trabajo incluso después de haber cumplido los requisitos para acceder a la jubilación. Como siempre, habrá que ver si y cómo se concreta esta medida.

Para los jubilados del Circo Barnum, la idea del bono los retrotrae a la llamada reforma Maroni de 2004 (ley n. 243), la que abrió la puerta a Bau Bau de la llamada escalera, ya que a partir del 1 de enero de 2008 se produjo un salto de tres años en la edad exigida para la jubilación anticipada. El ''scalone'' fue corregido en 2007 por el gobierno de Prodi a un precio de 7,5 millones de euros durante una década. Pero esa es otra historia.

Hasta finales de 2007, según la ley n. 243, se mantuvo vigente la normativa vigente. Sin embargo, se introdujeron las siguientes novedades: a) certificación de derecho a pensión: al devengarse el derecho a la jubilación por antigüedad, el trabajador habría recibido del Instituto en el que está inscrito el certificado que le habilite para utilizarlo en las mismas condiciones en el futuro, aun en presencia de cambios ocurridos en el ínterin; b) incentivos: para los empleados privados que habían optado por retrasar la jubilación anticipada, el monto total (libre de impuestos) de la contribución pagadera por ellos y por su empleador (el llamado superincentivo, en general 32,7%) fue donado en su cheque de pago.

La pensión se calculó al comienzo del período de prórroga y se congeló. Sólo se aplicaron los incrementos derivados de la compensación automática. El incentivo a que se refiere la ley n° 243/2004 se basó en una regulación anterior (iniciada por el ministro Cesare Salvi) que nunca funcionó porque era más conveniente para el empleador que para el empleado, que estaba obligado a renunciar, para transformar el relación laboral en un contrato a término fijo y, a cambio de estos cumplimientos, transfirió a su cheque de pago únicamente la contraprestación de la tasa de cotización que le correspondía, mientras que el empleador se ahorró su parte.

Inicialmente, el proyecto de ley de Maroni preveía que el monto de la cotización entonces correspondiente al 32,7% se dividiría cincuenta cincuenta entre trabajador y empresa; luego, para hacer más atractivo el incentivo, se estableció que se reconociera la totalidad de la participación al empleado (privado), con el agregado de la exención del impuesto a la renta. El beneficio, que entró en vigor en noviembre de 2004, expiró a fines de 2007. Después de esa fecha, los trabajadores que hubieran adquirido el derecho a la jubilación por antigüedad no podían optar por el aplazamiento mediante el cobro del dividendo. El desembolso cesó para quienes lo habían recibido hasta ese momento: se les permitió seguir trabajando.

tablas de datos de trabajo

¿Cómo se puede juzgar la experiencia del superincentivo, en vista de su posible re-proposición? Desde noviembre de 2004 hasta fines de 2007, de las 104.031 solicitudes presentadas, se aceptaron 96.564, de las cuales 85.258 fueron reconocidas para hombres y 11.306 para mujeres. En cuanto a los sectores a los que pertenecían, el 58,65% de los afectados (51.685) pertenecían a la industria, el 17,26% al comercio, el 13,06% al crédito, el 8,18% a organismos públicos, el 2,21% a la artesanía, el 0,37% a la agricultura, el 0,26% % clasificado como otro.

El 60% de los que recibieron el bono tenían unos ingresos anuales entre 20 y 50 euros al año (una cuarta parte entre 20 y 30). El 8,3% tenía ingresos superiores a 100 euros y casi el 5% en el rango entre 80 y 100. En cuanto al desglose geográfico, el 23,5 % se encontraba en Lombardía, el 12,3 % en Lazio, el 8,15 % en Piamonte, el 8,62 % en Emilia Romagna, el 8,07 % en Veneto.

Los porcentajes de las dos regiones más importantes del Sur también son justos: 5,84% en Campania y 4,65% en Sicilia. Pero en esencia el superincentivo resultó ser -como las pensiones de vejez- una institución esencialmente masculina, manufacturera y norteña, como la composición del mundo del trabajo y las generaciones de trabajadores que pudieron acogerse al tratamiento de antigüedad. .

Y sobre todo un gran favor a los de mayores ingresos como se desprende claramente de los cuadros. ¿Se ha utilizado el superincentivo para retrasar la jubilación? Evaluando los datos de las nuevas pensiones de vejez pagadas en los años de vigencia del bono y comprobando que su número era más o menos el mismo que en el tiempo anterior a la implantación del incentivo, se supone que se ha reconocido el beneficio a personas que ya habían tomado la opción de permanecer en el trabajo o que de todos modos lo hubieran hecho, aún sin hacer uso del incentivo.

Sin embargo, es, en todos los sentidos, una probatio diabolica, ya que no es fácil penetrar en las propensiones de las personas. En cualquier caso, con una nueva bonificación, volvería a "llover sobre mojado", en el sentido de que se favorecería a aquellos trabajadores que pudieran acogerse al tratamiento anticipado, reponiendo sus ingresos, en lugar de introducir requisitos más estrictos para acceder a la Jubilación.

gráfico de bonificación

Revisión