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Pensiones, Tribunal de Cuentas: arriesgado aflojar Fornero

Tras las medidas para salvaguardar los despidos y las medidas paralelas para los anticipos de pensiones, no hay más espacio para aligerar la reforma Fornero salvo para repensar todo el sistema de pensiones: es el Informe de 2018 de la judicatura contable el que lo dice

Pensiones, Tribunal de Cuentas: arriesgado aflojar Fornero

En los últimos días, el Tribunal de Cuentas ha presentado el ''Informe 2018 sobre la coordinación de las finanzas públicas''. Es un documento que debería adoptarse como materia de examen (y formación permanente) para periodistas y locutores de programas de entrevistas que, de esta forma, podrían evitar flotar en las noticias de oídas y poder corregir, de inmediato, la bestialidad que muchos de sus invitados se exhiben con una gran cara de bronce en los debates.

También se dedica un capítulo al tema de las pensiones; por ello es importante señalar algunas consideraciones al respecto, ahora que ha llegado el momento de resumir los años de groseras acusaciones contra el exministro Fornero y la reforma que lleva su nombre.

La Corte tomó en consideración todas las medidas tomadas en esta materia en la XVII Legislatura, dividiéndolas en dos lineamientos básicos: el primero fue ajustar (especialmente con las ocho salvaguardias pro éxodo) los efectos de un fuerte ajuste realizado con la ley n. 214 de 2011 y con las medidas paralelas que han dado (con el paquete Mono y Rita y los beneficios a favor de los trabajadores precoces y desfavorecidos) flexibilidad al sistema sin alterar la estructura básica de la nueva disciplina; el segundo es monitorear las tendencias del propio sistema en el delicado quinquenio (2013-2017) posterior a la ley Fornero.

Una cuidadosa reflexión sobre el pasado reciente ha permitido que el Informe (gracias a una muestra de posiciones de asegurados activos enriquecida con datos) tenga en cuenta no solo la sostenibilidad financiera del sistema, sino también la social, frente al riesgo de un elevado número de ''pensionistas pobres'' en las próximas décadas.

En efecto, si a corto y medio plazo el gasto en pensiones, en términos nominales, fue inferior a lo esperado (en 2017 en 20 millones frente a lo señalado en el Def de 2013), se vislumbra cierta preocupación a largo plazo, tal y como confirma el nuevas proyecciones a largo plazo de las Rgs, según las cuales, en comparación con las valoraciones de la Def 2017, la relación gasto en pensiones/PIB aumentará en 2 puntos porcentuales y hasta 2,6 puntos hacia 2045.

Las razones del deterioro -nuevamente según el Informe- se deben a las peores perspectivas de crecimiento económico a largo plazo (del 1,4 anterior al 0,7% de media anual), a su vez por factores demográficos y de productividad. En este sentido, algunos datos son suficientes para dar cuenta de los retos que Italia deberá superar a largo plazo para tener mejores perspectivas de crecimiento: la reducción prevista de la población, de aquí a 2070, en unos 6,5 millones de habitantes y la reducción de la plantilla en el orden de los diez millones.

En el frente demográfico, el escenario EPC-WGA (Comisión de Política Económica de la UE) supone, frente a la previsión anterior (Europop 2013), una contracción significativa del flujo neto de inmigrantes (la media del periodo 2017-2030 fue de 360 unidades contra 176 mil en el escenario actual, mientras que en el período 2017-2060 ascendió a 306 mil contra 194 mil en el escenario actual).

Aún más marcados son los deterioros de carácter macroeconómico y en la tasa de crecimiento de la productividad. Por tanto, sigue siendo fundamental orientar las opciones políticas hacia el fortalecimiento de las variables macroeconómicas y demográficas que reducen la relación gasto en pensiones/PIB: en este sentido -argumenta el Tribunal- políticas a favor de la natalidad, gestión equilibrada de los flujos migratorios, capaces de aumentar la participación en el mercado laboral.

También es necesario fortalecer nuestra maquinaria productiva mediante el fortalecimiento de infraestructuras tangibles e intangibles y mayores inversiones en nuevas tecnologías y capital humano cruciales para el crecimiento de la productividad total de los factores. Debemos ser conscientes de que algunas de estas políticas producen rentabilidad a corto plazo. También por estas razones -en opinión del poder judicial contable- es importante preservar las mejoras estructurales básicas que el sistema de seguridad social ha realizado en las últimas décadas: cualquier posible flexibilización de la estructura actual debe prever necesariamente compensaciones que aseguren a largo plazo sostenibilidad financiera.

Es una prioridad no crear una deuda de pensiones adicional y, al mismo tiempo, gestionar las posibles presiones sobre el gasto en pensiones a corto plazo. Y por lo tanto - después de las medidas de salvaguardia (éxodo) y las medidas paralelas de anticipo de pensiones - "los espacios para una mayor mitigación de los efectos de la ley n. 214/2011 deben considerarse agotados, a menos que haya un replanteamiento general del sistema".

Otro aspecto importante que aclara el Informe se refiere a la edad efectiva de jubilación. Las reformas -y sobre todo la de 2011- han ayudado a elevar la cifra media, pero estamos lejos de lo anhelado en las leyendas urbanas que describen un país de viejos ávidos de un sosiego que se ha vuelto posible solo para los viejos. .

En cuanto a los efectos de las políticas de seguridad social de los últimos años sobre la edad media de inicio de las pensiones pagadas a partir de 2011 y hasta 2017 (último año disponible), se puede observar en primer lugar que el aumento de datos personales y los requisitos de cotización obviamente, y por definición, ha provocado un aumento de la edad de los jubilados, pero también ha provocado un aumento de la edad de jubilación anticipada.

Entre 2011 y 2017, para el total de trabajadores del sector privado asegurados en el INPS, hubo un crecimiento promedio de 2,9 años en el caso de los pagos por vejez (de 63,6 a 66,5 años) y de 2,2 años en el caso de los pagos por antigüedad /avance (de 58,8 a 61).

En definitiva, con la entrada en vigor de la ley 214/2011, se observa para todo el sistema (que es el relevante a efectos del conjunto del gasto público), que en cinco años la edad media efectiva de jubilación ha crecido en 2,3, 2,5 años en el sector privado (1,9 para empleados y 0,6 años en el sector independiente) y XNUMX años en el sector público. Se dedica una anotación adicional en el Informe a las pensiones pagadas con el régimen plenamente contributivo.

En el trienio 2015-17 se pagaron aproximadamente 196 pensiones de este tipo, casi la mitad (105) a trabajadores semisubordinados (30 mujeres). Si consideramos que en el trienio se trataron aproximadamente 92 mujeres, concluimos que el aporte puro se aplicó a 62 mujeres no pertenecientes a la gerencia de parasubordinados.

Es presumible que muchos casos que ejercieron la llamada "opción de la mujer" cayeron en esta parte significativa (62 de 92). En cuanto a las pensiones futuras, a partir de todos los datos examinados, el Informe confirma que las perspectivas de amplios segmentos de la población podrán mejorar en las próximas décadas solo en presencia de un crecimiento más robusto de los ingresos y un aumento en la continuidad de las cotizaciones. : en una palabra, gracias a una mejora significativa en las condiciones generales de la economía y su mercado laboral.

Comentarios sobre:Pensiones, Tribunal de Cuentas: arriesgado aflojar Fornero"

  1. Usted sabe que el tribunal tendrá razón, pero si una petona, y no soy yo, ha pagado 40 años de cotizaciones porque no puede jubilarse si tiene 60 años. ¿Y alguien más puede jubilarse con menos de 5 años? ¡Es un misterio! Como decía mi abuela!

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