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Pd y prescripción: comienza la "fiesta nueva" a remolque del Cinco Estrellas

El Partido Demócrata quisiera ser un "partido nuevo" pero de momento es un partido de rodillas que también sobre la prescripción, como antes sobre el corte de parlamentarios, sobre la renta básica, sobre la Cuota 100, va a remolque de la Cinco estrellas

Pd y prescripción: comienza la "fiesta nueva" a remolque del Cinco Estrellas

Puede haber sido la sacralidad del Convento de Contignano, donde Nicola Zingaretti convocó a los cuadros del Partido Demócrata durante dos días para trazar la hoja de ruta del partido, pero si el buen día empieza por la mañana, la identidad del " nuevo partido" lanzado por el secretario del Nazareno es el de la genuflexión. Genuflexión a las Cinco Estrellas. Más que discontinuidad. Ya había pasado con el recorte de parlamentarios, con la confirmación de la renta ciudadana y la cuota del 100 para las pensiones, pero parecía que al menos en justicia el orgullo del Partido Demócrata podía dar un golpe, considerando que Por prescripción la exministra de Justicia y ahora vicesecretaria del Partido Demócrata, Andrea Orlando había presentado una propuesta de reforma radicalmente diferente a la reforma justicialista del ministro grillino Bonafede. Pero fue una ilusión.

En la Comisión de Justicia de la Cámara, donde se discute la polémica reforma Bonafede, la única fuerza política de centroizquierda que avaló la propuesta original de Orlando y el Pd fue Italia Viva de Matteo Renzi, que no tuvo miedo de votar una enmienda del forzado Costa, derrotado por un solo voto. ¿Y el Partido Demócrata? desaparecido, sin siquiera explicar por qué había desautorizado su propuesta anterior pero descargando ríos de ira contra Renzi, culpable de permanecer fiel a la línea antijusticialista y de haber descubierto los juegos autodestructivos del Partido Demócrata que sueña con el abrazo final con el Cinco estrellas.

Si Zingaretti's es el "nuevo partido", Dios no lo quiera. La búsqueda de una alianza con el Cinco Estrellas en pleno desbarajuste también puede ser un cálculo político, por cuestionable que sea, pero el aplanamiento y el sometimiento al populismo grillino es otra cosa. Es una nueva forma de populismo, practicada por un partido como el Partido Demócrata que se autodefine como "nuevo" pero que hoy aparece como un partido de rodillas. Un partido que cree que puede recuperar su alma perdida moviéndose torpemente hacia la izquierda sin darse cuenta de que, al hacerlo, solo puede nublar su identidad reformadora y abrir una carretera a la odiada Renzi.

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